Expertos en materia hipotecaria recomiendan aportar al menos entre un 15 y el 20% del valor del inmueble a adquirir como enganche, para cubrir avalúos, escrituración y otras comisiones, y que el crédito cubra entre el 80 y 85% restante.
La importancia del ahorro no solo radica en las aportaciones anteriormente señaladas, también en fomentar la disciplina del pago mensual que se tendrá que realizar durante el plazo acordado al obtener un crédito hipotecario.
El ahorro mensual que se logre, también nos podría definir la capacidad de pago personal que tenemos para el crédito que se pretenda obtener, es decir, será como la preparación para saber si estamos listos para solicitar un crédito hipotecario, adquirir un patrimonio y no comprar un dolor de cabeza al no estar preparados para ello.
También nos permite ajustar la economía familiar para estar seguros de que el ingreso disponible nos permite cumplir con el compromiso de pagar la mensualidad del financiamiento que implica acceder a un crédito de 15 o 20 años. Los expertos recomiendan ser cautelosos en esta parte de las finanzas personales o familiares.
Es importante tener una disciplina previa, estar acostumbrado a ahorrar el 30% del ingreso, porque ello permitirá que la persona mantenga su estilo de vida cuando ya tenga el crédito y su casa.
Será importante definir el valor de la propiedad que se aspira adquirir, para que de esa manera se tenga claro cuánto dinero se requiere ahorrar y el plazo que llevará reunir ese objetivo. Igual de importante puede ser evaluar lo que nos puede prestar el banco y así tener muy claro el monto total necesario.
Por ello, se necesitará revisar los ingresos y gastos mensuales para tener muy claro cuántos recursos hay disponibles para destinar a un programa de ahorro personal y familiar sin que se tenga que descuidar ninguna necesidad relevante.
Importancia del ahorro
Todas las personas que quieren acceder a un crédito hipotecario deben considerar que prácticamente ninguna institución les otorgará un financiamiento por el 100% del valor del inmueble, por lo que el demandante de crédito debe contar con un ahorro previo para cubrir el porcentaje mínimo de enganche que solicitará la institución bancaria y los gastos asociados a la compra de un inmueble.
Los bancos suelen financiar en créditos tradicionales entre un 85 y 90%, aunque se llegan a dar casos de que a través de Cofinavit pueden ser hasta el 100 por ciento.
Es importante destacar que las personas que cotizan en el Infonavit o el FOVISSSTE y por lo tanto cuentan con una subcuenta de vivienda, puede ser una alternativa para resolver el enganche del crédito, es decir, puede ser el complemento del crédito hipotecario o facilitará que el ahorro requerido sea menor. Ambos organismos, de la mano con la banca, ofrecen opciones conocidas como cofinanciamientos.
Ahora bien, para los bancos es muy importante que el demandante de crédito demuestre que aportará un porcentaje mayor de enganche respecto al porcentaje mínimo requerido, porque de esa forma la institución de crédito evaluará la posibilidad de ofrecer mejores condiciones, principalmente una menor tasa de interés, bajo el criterio de que tendrá una menor percepción de riesgo.
Visto de otra manera, mientras más ahorro se logre para aportar al enganche, el monto de crédito para financiar la adquisición será menor, por lo tanto, se pagarán menos intereses a lo largo de la duración del crédito o se podrá pagar en menos tiempo.
Algunas de las sugerencias que se pueden hacer para ahorrar antes de juntar el enganche, es hacer un presupuesto de ingresos y gastos familiares y ser riguroso con la ejecución del mismo, lo que implica evitar los gastos hormiga que se presentan, por ejemplo, en vez de comprar un sabroso café cada mañana para iniciar las actividades laborales, será mejor traerlo de casa o consumir el que se proporciona en las oficinas. Lo mismo con las comidas o cenas en restaurantes, entre muchos más.
Un elemento que puede ser estratégico es guardar la totalidad del aguinaldo, utilidades y bonos, o la mayor parte de ellos para acelerar el objetivo de ahorro.
Hábitos de consumo y ahorro
Los poco más de dos años de pandemia que llevamos, necesariamente impactaron los hábitos de consumo de las personas. Sin embargo, se pudo observar que en los consumidores de altos y medianos ingresos que pudieron laborar desde sus hogares, tuvieron la oportunidad de realizar ahorros y acumularlos, por lo que lograron pagar deudas y estabilizar o mejorar su situación económica familiar.
Aquellos que no tenían deudas, lograron acumular ese ahorro y a la vuelta de dos años lograron la capacidad de tener lo suficiente para un enganche y acceder a un crédito hipotecario para adquirir un inmueble, ya sea para habitarlo o como alternativa de inversión.
En contraste, los consumidores de bajos ingresos realmente batallaron y lo siguen haciendo para pagar sus deudas e incluso pudieron incrementarse por haber dejado de pagar algunas en el periodo más álgido de la pandemia. Entre los segmentos de ingresos bajos de la población en México, ha sido más complicado que puedan ahorrar para poder acceder y reunir el enganche para un crédito hipotecario.
Aquí se presenta una disyuntiva, porque la disminución de la oferta de vivienda nueva propiciará que los precios de las unidades se mantengan al alza, pero no necesariamente los ingresos de las personas que, por la inflación, van perdiendo capacidad de compra.
Al respecto, especialistas que participan en diversas actividades del sector inmobiliario, se cuestionan cómo se comportará la demanda a futuro.
Desde el punto de vista económico, el empleo es un catalizador en la demanda de crédito, lo cual parece lógico, porque a mayor empleo, mayor número de personas con la capacidad para pagar un crédito. Sin embargo, ahora se suma la capacidad de pago de los salarios por el repunte de la inflación.
Justamente, la inflación de 2021 y 2022 ha afectado la capacidad de consumo y por lo tanto la posibilidad de ahorro de los mexicanos.
Texto:Ricardo Vázquez
Foto: CHAYLEK / INMOKEAR REALESTATE