Iliana Jaso García, Socio Director de la empresa Soluciones Hipotecarias.
Afortunadamente al día de hoy –gracias al esfuerzo conjunto de todas las entidades relacionadas al sector- la gama de opciones de financiamiento que están disponibles es muy amplia.
Las sólidas prácticas crediticias y la fortaleza del sistema financiero mexicano, han otorgado cada vez mayores oportunidades a la gente. Desde tasas fijas o indexadas al salario mínimo hasta productos hipotecarios de plazos largos han logrado que el ritmo de originación de créditos haya aumentado en el 2009, un año marcado por la difícil situación financiera mundial.
Las opciones que en México existen van desde los créditos individuales con bancos, Sofoles, Sofomes, Infonavit y Fovissste, los conyugales con el Infonavit y Fovissste hasta las oportunidades de cofinanciamiento. Además, los créditos ya no sólo se reducen en algunos casos a las personas con actividad laboral vigente, se pueden otorgar a personas pensionadas y ahora algunos bancos consideran incluso a las personas independientes.
Uno debe de prepararse para adquirir un crédito y tomar en cuenta los gastos y comisiones que se tendrán que pagar como el enganche –regularmente alrededor del 30% del valor del inmueble-, el análisis del crédito, el avalúo, la inspección de la obra para casos de remodelación, comisión por apertura del crédito y gastos notariales e impuestos.
Una vez que se ha ahorrado lo necesario para cubrir estos gastos, ya es tiempo de planear un presupuesto y analizar las opciones de financiamiento con el fin de llegar a la firma de un contrato de crédito hipotecario sin una sola duda; ya que a partir de ese momento se adquirirá quizás uno de los compromisos más largos e importantes de la vida de cualquier persona.
Los créditos que ofrecen los bancos, Sofoles o Sofomes son determinados en base a la capacidad de pago del solicitante, los tradicionales con Infonavit ofrecen 180 VSM –alrededor de 300 mil pesos y se complementan con el dinero acumulado en la subcuenta del trabajador; mientras que los de Fovissste tradicional son equivalentes a 441.87 VSM –unos 740 mil pesos- y también se complementa con el dinero de la subcuenta.
Si se desea mejorar cualquiera de estas condiciones se pueden utilizar modalidades adicionales como los créditos conyugales, el apoyo Infonavit o el subsidio del Fovissste; pero además las oportunidades se amplían si el monto obtenido no es suficiente para comprar la vivienda que se desea ya que existe también la figura del Cofinanciamiento en la que se tienen dos créditos: uno otorgado por una institución privada como banco o Sofol y otro que es el que da una institución pública.
Elementos clave para tomar en cuenta al momento de considerar la posibilidad de obtener un crédito también son el servicio, la tasa de interés que se contrata, el plazo, el porcentaje de financiamiento que se obtiene e incluso deben tomarse muy en cuenta las modalidades de pagos anticipados para liquidar en menor tiempo el crédito o para reducir el monto de las mensualidades a pagar.
En la mente de una persona que está por adquirir el compromiso de un crédito hipotecario, casi siempre ronda el temor de un imprevisto ¿qué pasaría si me quedo sin trabajo?, ¿qué pasa con mi patrimonio si sucede algún evento que la dañe? Aquí es justo donde los especialistas integran un elemento más para saltar de los planes a la planeación: la prevención.
Los créditos hipotecarios son derterminados en base a la capacidad de pago de los solicitantes.
Una alternativa que sin duda ayuda a mitigar estos temores es la de los seguros, que en todos los casos de crédito hipotecario vienen incluidos y que se pagan junto con las mensualidades. Los más comunes son los de daños, vida, responsabilidad civil y desempleo. Al momento de contratar un crédito hipotecario, se debe analizar también la cobertura de estos seguros.
La idea es sacar el mejor provecho de los ahorros acumulados y conseguir las mejores condiciones de mercado que se puedan para adquirir un patrimonio. Acercarse a un asesor ayuda a optimizar el tiempo, tener más elementos de análisis y tomar una decisión de vida que sin duda representará el esfuerzo de muchos años de trabajo y planeación.
No hay que quedarse en planes, la intención de realizar algo no quiere decir que lo vayamos a concretar. Es mejor planear, tener la actitud de comprometerse para lograr un objetivo.
* La autora es Socio-Director de la empresa Soluciones
Hipotecarias y miembro de la mesa directiva de la Asociación Nacional de Agentes Hipotecarios de México (ANAHM).
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