Arte, música e historia es un poco de lo que ofrece este pequeño pueblo europeo en territorio texano.
En un mismo lugar se pueden apreciar una serie de paisajes al estilo de la Toscana en Italia, disfrutar de una visita a un viñedo como en Francia, compartir cerveza fría en una taberna al estilo alemán o caminar por calles con sabor y costumbres europeas. Ese lugar es Fredericksburg, una pequeña ciudad en Texas donde el tiempo y la geografía se detienen para degustarse aderezados con el clásico sello del estado de la Estrella Solitaria.
Nombrado por el National Trust for Historic Preservation como uno de los destinos distintivos de Estados Unidos, Fredericksburg es un lugar sofisticado y elegante con un toque campirano; se ubica a sólo 90 minutos de Austin, la capital texana.
Para planear un viaje a Fredericksburg se debe considerar que a lo largo de todo el año se puede participar en una serie de eventos musicales, gastronómicos, culturales y de esparcimiento, entre los que destaca el mítico Oktoberfest, el Food & Wine Fest, el Art Walk y el Auslander Winter Music Festival.
Ciudad de ensueño
El nombre del sitio proviene del príncipe Frederick de Prusia y fue fundado a mediados del siglo XIX, por 120 inmigrantes alemanes que llegaron a esas tierras. Es de celebrarse que esta pequeña ciudad promueva una gran oferta cultural, tradición que tiene sus orígenes en el siglo XIX con dos artistas alemanes: Friedrich Richard Petri, que a través de dibujos y acuarelas logró retratar la relación entre los colonos alemanes y las tribus locales de Texas y Hermann Lungkwitz, quien consiguió obtener los primeros registros pictóricos y fotográficos de los paisajes del Hill Country.
Para los amantes del arte, el destino ofrece una serie de galerías con amplia gama de estilos y temas. Los museos, por su parte, muestran al público la historia del lugar y los sucesos que lo han definido, como el Museo Nacional de la Guerra del Pacífico y el Museo de los Colonizadores.
Sus calles, comercios, galerías, bares, viviendas, museos y restaurantes convergen sobre todo en Main Street, la principal arteria y meca de la vida social.
La casa del durazno
Das Peach Haus es una pequeña tienda de estilo texano, con trasfondo alemán, que recibe al visitante con un colorido jardín y lo captura con una mezcla de sabores como la salsa de mango con jengibre y habanero o la de frambuesa con chipotle.
Lo que aquí se produce es conocido en toda la unión americana como Fischer & Wieser, delicias artesanales y orgánicas, muchas de las cuales se producen in situ. Para los viajeros que buscan sabores fuera de lo usual merece mención aparte la original salsa de frambuesa con chipotle y la de papaya con serrano; en cuanto a las mermeladas, ofrecen algunas como la de durazno y amaretto o la de almendra y cereza. Existe en la misma tienda una sección de degustación en donde de manera gratuita se pueden probar todos los sabores para decidir cuál comprar.
Lo que comenzó como un mercado a la orilla de la carretera para los melocotones frescos de Fredericksburg, ahora sirve como una sala de exposición gastronómica. En el lugar, además, hay visitas guiadas por la granja de 24 ha, entre árboles de pino del oeste de Texas y huertos de durazno. La casa de la granja, completamente amueblada y que data de 1910, también está disponible para renta.
Los vinos en el Hill Country
El recorrido por la carretera 290 se vuelve más interesante cuando se descubre que hay más de 20 bodegas de vino que ofrecen recorridos y degustaciones en espacios al aire libre o en las llamadas “librerías de vinos”, donde se puede apreciar el color, aroma y sabor de la uva. La producción de vino en Fredericksburg se remonta a los primeros colonos que usaron la uva mustang nativa, pero hoy es un lugar de fama mundial, visitado por viajeros de todas latitudes. Dos bodegas recomendadas en el recorrido por su hospitalidad, la calidad en sus vinos y el recorrido que ofrecen son:
Becker Vineyards. Una peculiaridad es que el lugar ofrece un festival anual de lavanda, pues está rodeado por campos con esta planta. Incluso se pueden comprar una serie de productos creados a partir de ella. Los vinos distintivos de esta bodega son el vino rosa Provencal, ganador de doble medalla de oro en la Competencia Internacional de Vinos de San Francisco 2014 y el Raven, vino rojo que en el mismo concurso ganó una medalla de bronce.
Grape Creek Vineyards. Lugar que impacta por su infraestructura y arquitectura, sobre todo por el campanario de piedra caliza que hay al entrar, pero aún más por el sabor tan auténtico de sus vinos. Es bastante conocida la degustación de la Italian Villa, donde se puede apreciar el ambiente de la que llaman la Toscana en Texas. Este viñedo ha sido galardonado con más de 100 medallas en los últimos dos años por toda la Unión Americana, desde California a Nueva York.
Festivales alrededor del año
Fredericksburg es sede de más de 200 festivales, lo que lo convierte en un punto efervescente lleno de vida cultural, música, historia y arte, entre ellos destacan:
• Oktoberfest. La réplica del mítico festival cervecero, aderezado con un indiscutible sabor texano. Se lleva a cabo durante tres días en el Marktplatz, los asistentes disfrutan de una fiesta que los conecta con sus raíces alemanas a través de la música, gastronomía, artesanías, vinos y cervezas.
• Fredericksburg Fall Farmers Market. Realizado cada jueves a lo largo de 7 meses al año, este encuentro reúne lo mejor de la gastronomía y enología.
• First Friday Art Walk Fredericksburg. La feria de arte más significativa del Hill Country, se realiza en diciembre (este año será el 5 de diciembre) y congrega artistas visuales de todo el mundo a lo largo de las numerosas galerías.
• Christmas at Fredericksburg. Este pueblo de encanto se transforma en una aldea navideña, desde finales de noviembre con la celebración del Día de Acción de Gracias hasta principios de enero hay diversos festejos entre los que destaca el baile anual de Luckenbach, el Chamber Light Christmas Parade & After Glow y la tradicional fiesta que organizan los viñedos llamada Holiday Wine Trail.
• Texas Independence Day Celebration. Tanto en Luckenbach, como en Fredericksburg se realizarán eventos hacia el 7 de marzo de 2015, celebrando la independencia del estado.
• Hill Country Run Motorcycle Rally. Del 30 de abril al 3 de mayo de 2015 se realizará este encuentro de motociclistas y amantes de las dos ruedas, que honra la memoria de Hondo Crouch, peculiar personaje que rescató el espíritu de Luckenbach y los puso en el mapa mundial.
• Food Truck Fest. Un encuentro en el que los más importantes exponentes de esta tendencia gastronómica se dan cita de manera tradicional en los alrededores de Fredericksburg, durante la primera semana de agosto.
• Texas Mesquite Arts Festival. Éste se ha convertido en uno de los mejores eventos en Fredericksburg desde 1992, fecha en la que inició. Aquí, los más importantes artesanos de madera de mezquite en todo el mundo se dan cita y muestran impresionantes esculturas elaboradas y talladas en este material.
• Food & Wine Festival. Durante octubre de 2015 se realizará la emisión 25 de este festival que cada año crece más, ofreciendo lo mejor del vino, la cerveza, la gastronomía y la música texana en el Marktplatz.
• Roots Music Concert Series 2015. Las raíces de la música texana se congregarán durante la primavera; bandas emergentes y consolidadas se darán cita, como cada año, en el Pioneer Museum.
Texto:Yesica Moreno / Jeancarlo Aldana (Intiviso Agencia)
Foto: QSA, GEOFF GRENEE, SIERRA CLUB, MACJENZIE, RANDALL METTING, Becker Vineyards, roger sampeiro, GERMANLIFE