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La ONU señala que una de las soluciones para contener futuras pandemias, como la del COVID-19, será el desarrollo de las capacidades digitales en las urbes.

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Actualmente, las Smart Cities enfrentan el desafío de procesar grandes cantidades de datos digitales, por lo que necesitarán una sólida y dinámica red de infraestructura de telecomunicaciones diseñada para soportar con estabilidad las redes 5G. Por otro lado, durante la pandemia, el internet se convirtió en pieza clave en áreas críticas como el trabajo, la salud y educación. A esto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que 54% de la población mundial vive en ciudades, y una de las soluciones para contener futuras pandemias será el desarrollo de las capacidades digitales en las urbes.

Mientras, Diego A. Martin, southern cone commercial manager de Furukawa Electric LatAm, destaca que “el objetivo en salud es mitigar la propagación del virus, ante ello, la telemedicina plantea la necesidad de detección, diagnóstico y atención de pacientes. Existe la posibilidad de hacer un seguimiento en tiempo real de los desplazamientos de las personas a través de los smartphones, y así controlar, por ejemplo, los contactos estrechos y las zonas en cuarentena”.

Salud en tiempo real

El especialista agrega que se incrementará el uso de wearables, los objetos de uso diario que llevamos siempre encima y cuentan cuentan con sensores que monitorean en tiempo real los signos vitales, como saturación de oxígeno, pulsaciones y temperatura, utilizando herramientas de Machine Learning (ML) para suministrar información a una central sanitaria para identificar contagiados y proporcionarles asistencia médica en tiempo oportuno.

Por su parte, la telemedicina preventiva registra hábitos de compra y consumo de alimentos, información ya disponible por cadenas de supermercados gracias a programas de fidelización. De esta forma, el sistema sanitario puede adelantarse y establecer niveles de probabilidad para futuras consultas médicas.

Vigilancia y tecnología

Varias ciudades a nivel mundial ya cuentan con miles de cámaras de videovigilancia que observan a los transeúntes, pero hace falta procesar esa data en forma eficiente. Pero a partir de la posibilidad de cruzar la información entre diversas bases que proporción en datos de residencia, lugar de trabajo, viajes y horarios regulares, se podrán determinar patrones de desplazamiento y comportamiento y prevenir situaciones anómalas y ahorrar tiempos en prevención y reacción, cuidando la salud.

Debe recordarse que el transporte público inteligente, los avances en Internet of Things (IoT) y vehículos autónomos permiten agilizar desplazamientos, evitan las horas pico y aglomeración de personas. Esto facilita la fiscalización de restricciones de movimiento a través de un dispositivo de transporte que reconoce la cantidad de personas permitidas, además de contar con sensores de temperatura para identificar usuarios con probabilidad de estar enfermos. La pregunta es ¿hasta dónde se debe preservar la intimidad y los datos personales en ciertas situaciones?

/Con información de Enfasys.net/