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Ante la crisis sanitaria líneas aéreas como Aeroméxico, Volaris e Interjet se vieron obligadas a cancelar, congelar o renegociar el pedido de nuevos equipos para aumentar o renovar su flota.

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La crisis sanitaria, las restricciones de vuelo y cierre de fronteras a causa del COVID-19, causaron grandes afectaciones a nivel mundial en la aviación.

A dos meses de haber detenido casi por completo sus operaciones, aerolíneas como Aeroméxico, Volaris e Interjet se vieron obligadas a cancelar, congelar o renegociar el pedido de nuevos equipos para aumentar o renovar su flota; situación que continuará conforme la crisis sanitaria avance y las compañías busquen liquidez para no caer en bancarrota.

Aeroméxico fue la primera aerolínea nacional en anunciar la postergación de contratos para flota nueva y mantener la operación de la compañía en el país, luego de una caída en sus operaciones del 80 por ciento. A inicios de 2020, emitió certificados por un monto de 400 millones de dólares que permitirán pagar la deuda, fortalecer las finanzas y adquirir nuevas naves.

Durante el primer trimestre del año en curso, devolvió seis aviones para cerrar con 119 aeronaves. Su plan es cerrar el año con un total de 124 unidades, una menos que el año anterior.

Volaris, por su parte, buscará postergar la entrega de 18 aviones encargadas al constructor francés Airbus.

Debido a los costos dolarizados, el alto precio en los combustibles y el laborar en un mercado con tarifas bajas, estas compañías se mantienen con márgenes mínimos. Por lo anterior, durante el mes de marzo, las tres principales aerolíneas nacionales registraron una reducción de aproximadamente 90% en sus operaciones; además, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), ocho de cada 10 aviones de su flota están en tierra.

Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), expuso en entrevista con El Financiero: “Cuando se reinicien las operaciones no va a haber la cantidad de frecuencias que operaban antes y las flotas también se van a ver reducidas. Los nuevos equipos son más eficientes que los antiguos. Sabemos que se están renegociando acuerdos”.

Por un lado, Boeing tiene pendiente la entrega de por lo menos 54 MAX para Aeroméxico; y Embraer estaba en la búsqueda de la renovación de la flota de Aeroméxico Connect con un mínimo de 60 aeroplanos.