Acapulco Diamante no era una zona idónea para construir viviendas, condominios y hoteles debido a la deforestación que se hizo para construir, la cual dejó a la zona sin protección, opinaron funcionarios y expertos ambientales.
Coincidieron en que la mala planeación y la corrupción en el desarrollo de la zona Punta Diamante en Acapulco, son las causas del desastre que dejó la tormenta 'Manuel'.
El problema de Guerrero, dijo Alejandro Olivera, coordinador de la oficina noroeste del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, es el crecimiento de la infraestructura costera, la cual ha ocasionado una deforestación severa, y que ha eliminado toda la protección contra los fenómenos naturales; "las construcciones de Punta Diamante están en zonas no aptas para ser urbanizadas, sobre ecosistemas que protegen de este tipo de fenómenos", resaltó.
Por su parte, tanto el gobierno estatal como el federal aceptaron que en las zonas más afectadas de Acapulco hay construcciones irregulares y son resultado de la corrupción.
En conferencia de prensa, Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero, indicó que ha habido invasiones y situaciones irregulares como edificación de unidades habitacionales y viviendas en zonas no aptas para dichas construcciones; "hay que decirlo, es en buena medida resultado de actos de corrupción que se han dado a la luz en la construcción de una serie de unidades habitacionales y de viviendas que nunca se apegaron a un reglamento y a un plan".