Por Real Estate Market Los constructores mexicanos, encabezados por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), propusieron al presidente electo, Enrique Peña Nieto, una cartera de 200 obras de infraestructura a desarrollar en los próximos seis años. Entre otros proyectos planteados, sobresalen varios que fueron diferidos o cancelados en la presente administración federal por la crisis financiera internacional, como los aeropuertos de la Riviera Maya y el alterno al de la Ciudad de México, el puerto de carga Punta Colonet, el Tren Suburbano 3 y otro adicional que correría de Martín Carrera a Ecatepec, más líneas del metro, incluida una tercera línea en la Ciudad de Monterrey, así como la hidroeléctrica La Parota. El periódico Universal reportó una reunión a puerta cerrada, que se llevó a cabo la semana pasada entre el presidente electo y Luis Videgaray, con la cúpula de constructores, donde estos se comprometieron a reactivar proyectos mediante una inversión en asociación público-privada de aproximadamente 20 billones de pesos. Luis Zarate Rocha, presidente de la CMIC, señaló que con dicho monto de inversión y con propuestas de política pública de impulso a la infraestructura, el desarrollo de los 200 proyectos permitirían la generación de 2.5 millones de nuevos empleos entre 2013 y 2018. "Se estarían creando 1.5 millones de nuevos puestos de trabajo de forma directa y 800 mil de manera indirecta, totalizando 2.5 millones en los siguientes seis años, un promedio de 500 mil puestos de trabajo por año". Aseguró, que de acuerdo con la información dada al equipo de transición del presidente electo, si queremos alcanzar la meta planteada de ubicarnos entre las primeras 25 economías a nivel mundial por la calidad de la infraestructura, "requerimos que los recursos sean distribuidos de manera proporcionada, haciendo énfasis en aquellos sectores que se han quedado estancados (ferrocarriles) o rezagados como puertos, aeropuertos y telecomunicaciones". El representante de los constructores del país indicó que para alcanzar esta meta debemos lograr que la inversión pública acumulada durante el próximo sexenio (2013-2018) ronde los 7 billones de pesos, mientras que la inversión privada deberá alcanzar los 13 billones en el mismo período. Con estos niveles de inversión proyectados, la participación de los recursos públicos en 2018 habrá alcanzado 8% del Producto Interno Bruto (PIB), el doble de lo registrado durante la administración del presidente Felipe Calderón.