Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- México se encuentra mejor posicionado en cuanto a los mecanismos de apoyo a la infraestructura con participación privada, al haber desarrollado vehículos financieros como el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), destacó Deloitte. La empresa de consultoría resaltó que el Fonadin, a través de esquemas de dinero a fondo perdido, garantías, capital de riesgo, posibilita el desarrollo de proyectos de infraestructura que de otra forma no podrían ser. Además, el rol que ha tomado el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) en el financiamiento de infraestructura al suplir la escasez de financiamiento de instituciones privadas, ha permitido que continúen muchos proyectos que de otra manera no serían financiables. El socio de Asesoría Financiera en Deloitte México, Mauricio Costemalle, dijo que los gobiernos necesitan ver más allá del estímulo económico a corto plazo y articular una visión más amplia para engrandecer la infraestructura, medida no sólo en puestos de trabajo sino en el aumento a la capacidad productiva para el futuro. En México, señaló el especialista, vemos que pese al aumento de los montos del presupuesto asignado al desarrollo de infraestructura, se observan pocos avances. Por ello, agregó, en estos momentos es esencial que la estructura operativa del gobierno sufra cambios para transformarlo en un verdadero motor de los proyectos de infraestructura, y permita al país ser mejor proveedor de servicios en beneficio de sus ciudadanos. En un reporte, Deloitte consideró que con los gobiernos en todas partes del mundo institucionalizando paquetes de estímulos para fomentar y detonar el crecimiento, la infraestructura pública está recibiendo una inyección importante de recursos públicos. Sin embargo, afirmó, estos recursos que proponen los gobiernos sólo atenderán a una pequeña fracción de las necesidades. Estimó que esta brecha puede ser cada vez más difícil de cerrar ya que la recesión mundial y la limitación de los mercados de crédito han alterado dramáticamente el panorama para el financiamiento y fondeo de infraestructura. Si bien las brechas en infraestructura se quieren reducir, sería recomendable que el sector público implante métodos de fondeo más innovadores, así como soluciones flexibles que evolucionen en la medida en la que cambia el entorno. También recomendó una revisión a fondo de los esquemas actuales de Asociaciones Público-Privadas (APPs), para encontrar un balance óptimo entre el fondeo de origen público y el privado.