Como ciudad costera, Boston enfrenta el creciente riesgo climático de calor extremo, crecientes inundaciones costeras y aguas pluviales intensas, por lo que cuentan con un plan y preparativos para afrontar las eventualidades.
El proyecto incluye acciones para reducir los riesgos con planes de resiliencia climática a largo plazo y esfuerzos en curso para actualizar la respuesta de emergencia de la metrópoli.
Esfuerzos de resiliencia en toda la ciudad
El enfoque interdepartamental de la urbe ha desplazado el énfasis de la planificación a la implementación, centrándose en empoderar a los residentes, apoyar a las comunidades con mayor riesgo de inundaciones y otros eventos de emergencia y reducir el riesgo en toda la capital mediante esfuerzos de resiliencia.
La capital de Massachusetts ha estado trabajando para desarrollar y poner en marcha proyectos de resiliencia climática para afrontar las inundaciones costeras, gestión de aguas pluviales y calor extremo.
Otras acciones para responder a posibles inundaciones costeras incluyen nuevos vehículos de rescate en aguas altas del Departamento de Bomberos de Boston, organización del primer ejercicio de entrenamiento del país y la actualización del sistema de pronóstico y seguimiento de inundaciones de la ciudad.
También la urbe ha estado trabajando para reducir el riesgo de inundaciones a largo plazo mediante la implementación del Distrito de Superposición de Resiliencia Costera ante Inundaciones (CFROD), un estándar líder a nivel nacional para integrar la resiliencia costera en el código de zonificación; rediseñando parques y espacios verdes para la resiliencia y asignando la mayor cantidad de fondos de capital en la historia de Boston a proyectos de resiliencia costera.
De manera similar, en caso de calor extremo, la metrópoli lanzó la División de Silvicultura Urbana para brindar sombra a las avenidas más calurosas del vecindario. Por ejemplo, en 2024 se plantaron 1,912 árboles en las calles.
Además, se lanzó la Boston Tree Alliance y se sembraron más de 160 árboles en propiedades privadas y se instalaron techos verdes en los paraderos de autobuses.
Se instalan también torres nebulizadoras y tiendas de campaña en sitios clave durante las emergencias de calor para mantener frescos a los residentes.