La compañía Rassini ejecutará un proyecto de gasoducto que atenderá estados del sur, como Oaxaca, con miras a expandirse al sureste del país y estará financiado por la corporación, Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC), que invertirá 632 millones de dólares. El director ejecutivo de DFC, Adam Boehler, señaló que “estos avances acelerarán el crecimiento económico y crearán oportunidades transformadoras en el sur de México para mejorar la calidad de vida y así responder a las necesidades de energía que demanda el país”.

En la firma de convenio donde se compromete dicha inversión y que buscará explorar oportunidades de inversión por parte del sector privado, estuvieron presentes Christopher Landau, embajador de Estados Unidos en México y Jesús Seade, subsecretario para América del Norte. Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores (SRR), aseguró “que la relación con Estados Unidos es muy buena, y muestra de ello es esta inversión pues buscan resolver los problemas de México a través del crecimiento”.