El proyecto —enfocado en los criterios de conectividad, sustentabilidad y vanguardia— creará mayor conectividad, recorriendo cortas distancias y, a su vez, minimizar el impacto ambientar a través de sistemas de construcción, de acuerdo a las condiciones del terreno; siendo un aeropuerto único en su categoría.
Foster explicó que “este aeropuerto contendrá una forma muy fluida de integrar las raíces del edificio, como una catedral en el espacio”, siendo un “diseño es pionero de un nuevo concepto parea la expansión de un aeropuerto, que cumplirá con nuevos niveles de eficiencia y flexibilidad…”.
Su diseño destaca a primera vista por su particular fachada que simula una piel que cubre toda la estructura y que hace fluir de forma natural el aire y la luz. Además de ser un elemento sustentable, ya que permite reciclar el agua de lluvia; cualidades con las que busca obtener el certificado LEED Platinum, calificándolo en el futuro como el primer y más sustentable aeropuerto del mundo.
Asimismo, con esta primera fase, se espera fungir como “un pulmón verde”, al crear el parque más grande, después de Chapultepec, señaló Fernando Romero.