El sector puede sufrir, sobre todo en infraestructura, si las políticas del presidente estadounidense causan una desaceleración económica en México, en tanto que la inversión hotelera podría verse beneficiada.
Miami se ha convertido en un importante destino de inversión inmobiliaria por parte de los mexicanos, que al buscar una propiedad para inversión, adquieren residencias que al final no venden y heredan a sus nietos. El discurso de Trump puede ser una ventana de oportunidad para vender más departamentos en Miami a mexicanos, opina Alicia Cervera, socia de Cervera Real Estate.
Dijo que ahora es cuando los bienes raíces deben tratar de encantar nuevamente a los inversionistas mexicanos, y ello podría ser mediante descuentos.
Pero mientras el real estate estadounidense puede tener buena relación con compradores mexicanos, para los desarrolladores inmobiliarios del país la situación aún no es clara.
Para Jimmy Arankanji, socio de Thor Urbana, afirma que la inversión inmobiliaria no se verá impactada, ni la relación con inversionistas institucionales internacionales. “Tuvimos ya una reunión con nuestros inversionistas internacionales y no vimos sentimiento de nervios o de escepticismo; todo lo contrario”.
Por su parte, Gustavo Arballo, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), asevera que Trump no afectará al sector en México a largo plazo, debido a que existen mecanismos de inversión que ya están siendo utilizados ante las restricciones fiscales, como las Asociaciones Público Privadas (APPs).
En contraparte, las inversiones en turismo pueden verse impulsadas gracias a la apreciación del dólar, que traerá más turistas internacionales y más inversiones de marcas extranjeras.
Entre más alzas tenga el dólar, visitar México será más barato para los inversionistas extranjeros, dijo Marco Garza, de GM Capital, quien desarrolla tres hoteles de lujo en Monterrey, ya que las marcas son internacionales, pero la inversión es local.