El pasado viernes 17 de enero, la paridad peso dólar se ubicó al cierre de la jornada de México alrededor de 20.79 pesos por dólar, aunque alcanzó un máximo de 20.9382, nivel que o se veía desde el 14 de julio de 2022. Sin embargo, la sesión culminó con una expectativa muy incierta de cara al lunes 20 cuando Trump asuma su segundo mandato.
Y agregaron que “aranceles por encima de 10%, podrían llevar al tipo de cambio a niveles por encima de 22.00 pesos por dólar y a caídas en las exportaciones, lo cual llevaría a la economía mexicana a una recesión en el 2025, marcando la segunda recesión sexenal al hilo”.
1) En un escenario positivo, el tipo de cambio se estabilizaría en un rango de $19.85 – $20.30, apoyado por un discurso moderado y proactivo hacia México.
2) En un escenario neutral, el peso fluctuaría entre $20.30 – $20.95, reflejando un tono ambiguo o ninguna mención relevante sobre nuestro país.
3) En un escenario negativo, el peso se depreciaría significativamente, ubicándose en el rango de $20.70 – $21.30, impulsado por declaraciones adversas hacia México o propuestas de políticas proteccionistas.
1) Si los anuncios referentes a las tarifas comerciales son menos agresivos que lo anticipado.
2) Si Trump decide imponer tarifas arancelarias más altas a China y al menos señala que por el momento no se las impone al resto del mundo o a México.
“Por el contrario, esperaríamos (un) fortalecimiento global del dólar en caso de anunciar tarifas generalizadas, y en particular del peso, si las amenazas lo focalizan”, indicaron.
Banco Base considera que hay tres escenarios posibles para el tipo de cambio en todo 2025:
El escenario asume que 1) inicia un programa de deportaciones, afectando las remesas que llegan a México, 2) se impone arancel a productos específicos clave o se limita de alguna manera la llegada de productos mexicanos a Estados Unidos y/o 3) sigue la retórica de renegociar el T-MEC, en lugar de hacer la revisión programada. En este escenario se daría un debilitamiento de la actividad económica, por lo que el Banco de México podría hacer recortes adicionales de la tasa de interés, reduciendo el diferencial de tasas con Estados Unidos y propiciando el incremento de la especulación en contra del peso mexicano.
Asimismo, el Banco de Japón sube la tasa de interés en línea con lo esperado, pero se mantiene un amplio diferencial de tasas de interés entre México y Japón. Tampoco se dan recortes en la calificación crediticia de la deuda soberana y no ocurre un cierre parcial (o dura poco) en el gobierno de Estados Unidos. Con esto, las apuestas netas a favor del peso mexicano vuelven a incrementarse, con lo que el tipo de cambio disminuye hacia el nivel considerado de equilibrio.
Bajo un escenario optimista, el tipo de cambio podría promediar cerca de 18.70 pesos por dólar y bajar hacia 18.50 pesos. Este escenario se daría si hay mayor colaboración entre México y Estados Unidos, dejando de lado la narrativa de renegociación del T-MEC y la posibilidad de imposición de aranceles y de deportaciones masivas de mexicanos que viven en Estados Unidos. Bajo este escenario, México ganaría más participación de mercado en las importaciones de Estados Unidos y se aumentaría (o al menos la expectativa) de crecimiento de la inversión extranjera directa.