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La economía mundial se juega mucho con el plan de estímulo económico del presidente estadunidense Barack Obama, quien logró el martes un acuerdo político nacional en torno a esta iniciativa, cuya elección de objetivos es muy atinada.
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Por Notimex MADRID.- La economía mundial se juega mucho con el plan de estímulo económico del presidente estadunidense Barack Obama, quien logró el martes un acuerdo político nacional en torno a esta iniciativa, cuya elección de objetivos es muy atinada. Para el diario español El País, el plan económico tendrá éxito "si previamente funciona el rescate bancario", y lo calificó de "real y ambicioso" por el volumen de dinero que inyectará en la economía. El plan atiende a todos los flancos económicos susceptibles de incentivo, e incluye ayudas para los compradores de primera vivienda, aunque recorta en gastos sociales y de educación y modifica las rebajas de impuestos para las clases medias. "La exposición de motivos es sencilla y certera: mejor hacer algo y correr el riesgo de equivocarse que dejar que los mercados se despeñen hacia el desastre", opinó El País, que apuntó al elevado riego ante la profundidad de la recesión. La gravedad de esta crisis "invalida cualquier manual de instrucciones que se haya aplicado anteriormente", además de que el acuerdo político al respecto responde a que "no hay otra opción que inyectar dinero en la economía real". En cuanto a la elección de objetivos, El País la calificó de "atinada", pues la educación, las energías renovables y la renovación de infraestructuras tecnológicas "permitirán generar empleo estable y mejorarán el capital tecnológico y humano". El diario señaló que quienes critican medidas como la de extender el seguro médico, con el argumento de que no estimula la actividad, "olvidan que los mercados requieren tranquilidad social e implicación ciudadana contra la recesión". Finalmente, El país aseveró que las posibilidades de éxito del plan se incrementarán siempre y cuando Obama acierte con un plan de rescate financiero eficaz, visto el fracaso de las propuestas anteriores de inyectar capital o aumentar la liquidez. "No se puede inyectar capital sin exigir que los activos depreciados afloren, y sin ponerles un precio mínimo. El plan Geithner plantea la incógnita de cuál será la aportación privada al banco mixto que recibirá los activos tóxicos", concluyó.