Previo al choque económico ocasionado por el Covid-19, la economía de México mostraba ya una gran debilidad. El Índice Global de Actividad Económica (IGAE), que es lo más cercano al PIB mensual, mostró en febrero una contracción de 0.6% a tasa anual y de 0.2% con cifras ajustadas por estacionalidad, de acuerdo con el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Solamente el sector servicio mostró un comportamiento positivo, con un crecimiento de 0.4% a tasa anual, mientras el sector industrial presentó una contracción de -1.9% y la actividad primaría cayó -8.4 por ciento.
Debemos recordar que este año es bisiesto, por lo que este reporte tiene un sesgo a la alza porque febrero tuvo un día más; a pesar de ello por segundo mes consecutivo se tuvo una tasa de crecimiento negativa, extendiendo la debilidad económica mostrada en la parte final de 2019, lo que se exacerbará en los próximos meses debido a la pandemia.
De acuerdo con los analistas de BX+, “en el corto plazo, la actividad comercial se detendrá ante las medidas sanitarias para contener la pandemia, mientras que la industria perderá tracción por la interrupción en cadenas de insumos, menos exportaciones, caída en precios de materias primas y postergación de la inversión. Ante la falta de estímulos fiscales y bajos niveles de confianza empresarial, prevemos que la inversión, el empleo y la actividad en general, se recuperarán modestamente”.
Por su parte, analistas de Banorte indicaron que el panorama es muy complejo, debido a que no es claro cuándo podría regresar la actividad a la ‘normalidad’. Por lo que se vislumbran mayores retos hacia adelante, toda vez que las medidas de distanciamiento social y la iniciativa de #QuédateEnCasa han ido en aumento tras la declaratoria de la “fase 2” de la pandemia en México el 30 de marzo, seguido del anuncio de la “fase 3” el 21 de abril.