Por su parte, la banca es vista por los sectores productivos, —en especial las pymes— como una oferta de crédito que aún no atiende de forma integral las necesidades concretas de los emprendedores, como el trámite para un crédito, que puede llevar de 3 a 6 meses para ser autorizado; tiempo que inhibe la actuación del emprendedor.
Actualmente, la banca posee departamentos de atención encargados de administrar y vender los bienes que adquieren ante la imposibilidad de sus deudores de liquidar los créditos, ya sea por una mala orientación en el manejo de cada negocio o por la carga financiera que se acumula a favor de cada institución bancaria.
“A pesar del escenario retador, hemos aprovechado la oportunidad para darle una mayor solución a todos aquellos socios de negocios que busquen financiar o desarrollar una empresa. Contamos con planes y estrategias que nos llevan a ser un socio estratégico que impulsa el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. En menos de un año, hemos otorgado créditos por más de 90 millones de pesos y podemos resolver un financiamiento en hasta en 72 horas”, señalaron Enrique López Castañares y José Miguel Quintana, fundadores de la firma Fortrade.
El factor tiempo es fundamental para que un proyecto sea exitoso. Conlleva la oportunidad de obtener financiamientos al corto plazo, con una tasa mucho más accesible que ofrecería cualquier banco y con un plus de asesoría financiera direccionada.
“Los emprendedores son cada vez más agresivos, mientras la banca no resuelve de forma expedita los tiempos de las pymes; por otro lado, las opciones que se acoplen a la nueva mecánica económica en la promoción de los sectores productivos serán las nuevas ofertas de desarrollo que las impulsen”, señalaron Castañares y Quintana.