Agregó que está claro que las fluctuaciones de los mercados se están viendo impulsadas por factores cíclicos, lo que hace que la comprensión de los ciclos y sus tiempos sea un elemento esencial en cualquier estrategia de inversión. La economía europea se está acelerando, así lo demuestran las exportaciones y la producción; en tanto, Estados Unidos si bien sigue arrojando un rendimiento positivo, se está ralentizando y sus datos económicos sugieren que los inversores deberían trasladar su capital a otros mercados.

El especialista afirmó que en Estados Unidos, aunque los principales datos económicos y de producción siguen siendo positivos, el dinamismo registrado a finales de 2016 ha empezado a disiparse. El crecimiento de la concesión de préstamos se está ralentizando y los indicadores generales sobre los beneficios empresariales se están debilitando, hechos que representan indicios de fatiga. Para la Fed será complicado endurecer su política al ritmo que le gustaría hacerlo en vista del aplanamiento de la curva de rendimientos y la posición del país en la fase final del ciclo, por lo que resulta poco probable que suba sus tipos de forma significativa.

El retroceso de Estados Unidos bajo la batuta del presidente Trump ha supuesto un regalo para el resto de economías, ha permitido a China fortalecer su papel en los acuerdos comerciales y ha allanado el camino a Europa para aumentar su unidad y convertirse en una voz global más sólida.

Los títulos cíclicos europeos están empezando a batir a los defensivos, la confianza de los consumidores está aumentando y se está produciendo una recuperación económica generalizada. Los sectores europeos orientados al mercado interno, especialmente el financiero, están en una posición ideal para beneficiarse de esta situación a medida que se inclinan las curvas de rendimientos en estos mercados. Los tipos de interés alemanes se sitúan en niveles muy reducidos y esperamos que suban más que los estadounidenses.