Entre los factores que contribuyeron a incrementar el nivel de competitividad de la economía mexicana el WEF destaca la mejoría observada en la eficiencia en el mercado de bienes, en la flexibilidad del mercado laboral y en el desarrollo del mercado financiero.
Los renglones en los que el país se sigue viendo débil son los rubros de educación primaria, salud y fortaleza de las instituciones, destacando los temas de inseguridad (ocupó la posición 135 de 138 economías consideradas).
En lo que se refiere a la región latinoamericana, México se ubica en la tercera posición de competitividad, después de Chile y Panamá que se posicionaron en los sitios 33 y 42, respectivamente.
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