Las piezas son la Puerta Candado, Tzompantli, Apofilita, Arcángel, Chac Mool Rectangular, Desequilibrio, Corral y Esfera Trece Naranja; mientras que la pieza denominada Árbol de la Vida, ubicada entre Barranca del Muerto y la calle Minerva, se restauró en sitio debido a sus dimensiones de casi cuatro metros de altura.
La intervención de las esculturas se efectuó en dos etapas. La primera fue a través de un escaneo láser 3D y una investigación histórica documental. La segunda fase fue la restauración. En general se realizó la limpieza superficial de las piezas con las que se eliminan grasas, pinturas y resinas, y en algunos casos se quitó y sustituyó soldadura en mal estado. En la mayoría de los casos se retiraron estratos pictóricos y recubrimientos, posteriormente fue aplicada una capa pasivante (revestimiento de protección del acero).
Por último, se colocó la tonalidad correspondiente a cada una de las esculturas, de acuerdo con las muestras pictóricas originales otorgadas por el escultor Sebastián.
La Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) del gobierno de la Ciudad de México supervisó la restauración de las piezas de manera coordinada con el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos (COMAEP) y bajo la autorización del artista.
Para la restauración de las esculturas se invirtieron 2,300 millones de pesos contemplados dentro del Programa de Rehabilitación y Mantenimiento Integral del Circuito Interior, el cual incluye la atención de la vialidad a lo largo de 42 kilómetros hasta 2025.