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Las dos torres de fachadas inclinadas que componen el desarrollo fueron terminadas sobre las calles de West Chelsea. Son un nuevo ícono en el horizonte del Río Hudson y que ocupan un lugar a lo largo de Architecture Row.

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Bjarke Ingels Group (BIG) terminó la construcción de One High Line, su reciente proyecto en Nueva York, conformado por dos torres de fachadas inclinadas. En su interior, albergan residencias de lujo y un hotel de la cadena Faena.

 

Esta colaboración entre Bjarke Igels, Witkoff Group, y el diseñador Dan Fink, se ha convertido en un ícono completo en Nueva York.

 

Respecto a los edificios: la primera torre tiene una altura de 91 metros y cuenta con 87 residencias y habitaciones de hotel; en tanto, la torre oeste alcanza los 122 m y tiene capacidad para 149 residencias adicionales.

El exterior exhibe una fachada de vidrio y piedra travertino, con un juego de geometrías que definen su composición única, y cuyo diseño fue pensado meticulosamente por los involucrados para brindar a los residentes la vista más optimizada desde cada ventana.

 

La torre oeste alcanza los 122 metros de altura.

 

Los interiores, a cargo del diseñador Dan Fink, ofrecen múltiples comodidades: una piscina, un spa y un gimnasio de última generación, enre otras para maximizar la comodidad de los propietarios.

 

El exterior del proyecto arquitetónico exhibe una fachada de vidrio y piedra travertino.

 

One High Line ocupa su lugar a lo largo de ‘Architecture Row’ donde los visitantes pueden explorar obras de los arquitectos Renzo Piano, Jean Nouvel y Zaha Hadid.