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Luego de diez años de ganar el premio de un concurso internacional, el Centro de Música Pop, ubicado en la ciudad portuaria de Kaohsiung, al sur de Taiwán, abrió sus puertas al público.

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Junto a la desembocadura del río Love, o río Ai, el proyecto propone un diseño flexible como un conjunto de intrincadas geometrías que se inspiran en el fondo marino. Con aproximadamente 88 mil metros cuadrados (m2), el centro está formado por cuatro ecosistemas que representan un área temática: La gran ola, Ballenas, Delfines y Corales, todo conectado por una serie de parques y senderos para caminar.

Algunos de los objetivos del recinto, son nutrir y apoyar a los talentos nacionales, así como posicionarse como un referente en la creación de redes dentro de la industria musical. Fue en 2011, cuando se optó por la propuesta del equipo encabezado por el madrileño Manuel Monteserín para la construcción del entonces llamado ‘Kaohsiung Music Center’.

Sobre la temática, se tomó en cuenta el enclave tan particular donde el agua se manifiesta “como eje central de la vida de los taiwaneses”, toda vez que, a nivel económico, es considerado el puerto más grande de Taiwán.

 

 

El volumen de La gran ola toma una forma doblada ensamblada con una rejilla hexagonal, que tiene una estructura con una capacidad para un auditorio al aire libre para 12 mil personas, una sala de conciertos para 3 mil 500 invitados y dos torres que incluyen un programa de oficina, un museo y salas de ensayo.

Ballenas fue diseñada como un lugar para albergar eventos, conciertos o presentaciones que se dividen en tres categorías según su capacidad y están interconectadas con un gran aparcamiento subterráneo. Las estructuras se caracterizan por sus techos verdes que invitan a los transeúntes a escalar y disfrutar de las vistas inmersivas sobre el mar.

Delfines incluye cinco restaurantes levantados sobre pilares que corren paralelos al tranvía a lo largo del Centro de Música Pop.

Coral se diseñó como un centro de exposiciones al aire libre, con una gran cubierta formada por módulos hexagonales de múltiples tamaños sostenidos por pilares ramificados. Aquí se desarrollarán programas comerciales y de exhibición, así como representaciones de obras de teatro y presentaciones de baile.

Cada una de las temáticas anteriormente mencionadas configuran un diseño urbano integral vinculado a paseos y un gran parque que desemboca en el río. Cabe destacar que, según el arquitecto Manuel Monteserín, gracias a su distribución flexible, todo el complejo permitirá que se desarrollen actividades ‘espontáneas’ cuando no haya conciertos programados.