Miguel Ángel Aragonés, arquitecto mexicano, presenta diez años de investigación ‘sustentada’ en el proyecto Casa PI, una casa con sistema constructivo de tecnología de prefabricado inteligente

Este sistema, patentado en Suiza por el arquitecto, ostenta un diseño integral que conjuga la estructura de la casa con el mobiliario y las nuevas tecnologías de automatización en la arquitectura.

El origen parte de la idea de crear un sistema modular constructivo sustentable, con una calidad alta, que acelerara los tiempos de construcción, mejorara el rendimiento acústico y térmico.

Además de que redujera los costos y residuos de construcción. Así, el sistema implementa la tecnología actual con un diseño integral, dejando a un lado las instalaciones que entorpecen el diseño.

Por lo que Casa PI funge como un pabellón que muestra dichos avances para ofrecer un ‘mueble’ donde vivir, que consuma la menor energía posible.

De acuerdo con ArchDaily, Casa PI funciona tanto de forma vertical (a manera de columna), horizontal (como trabe o cadena) o mixta, y a la cual se anexan piezas adicionales para integrar la configuración final.

“Este sistema de construcción modular optimiza recursos y reduce mermas. Los muros, a base de paneleados de sobreposición, son el acabado final que recubre las capas de aislamiento térmico y acústico”.

Mientras que las instalaciones eléctricas e hidráulicas están diseñadas mediante enroscables y enchufables que evitan el trabajo de soldaduras y conexiones complicadas.

Además, garantiza la mayor calidad constructiva en tiempo récord, ya que no requiere pintura, impermeabilizantes o anticorrosivos.

Permite la adecuación de un sistema térmico-acústico que reduce el consumo de energía para lograr un óptimo nivel de confort, tanto si se emplea o no un sistema central de climatización.

En cuanto al ensamblaje, se optó por la implementación del aluminio como materia principal debido a sus propiedades de eficiencia, ligereza, durabilidad y posibilidades de reciclaje sin perder sus propiedades estéticas y estructurales.

Gracias a esto es posible erigir un módulo de 180 metros cuadrados (m2) listo para habitar en tan solo 50 días  con ocho personas sin requerir maquinaria pesada.

Es por esto que el equipo de diseño justifica la posibilidad de que la obra pueda mutar a una vivienda que vaya desde el interés social hasta el lujo, a partir de la personalización.