De acuerdo con los arquitectos, parte del edificio será destinado a un centro de investigación de vida marina fuera del horario de funcionamiento del restaurante. Los autores explican que “la forma elegante y aerodinámica del edificio está encapsulada en una capa de hormigón con una superficie gruesa que invita a los moluscos a aferrarse.
Con el tiempo, a medida que la comunidad de moluscos se crece, el monolito sumergido se convertirá en un arrecife artificial que atraerá naturalmente más vida marina a sus aguas purificadas, informó ArchDaily.
Asimismo, “una serie de investigadores de centros de investigación noruegos buscarán entrenar peces con señales sonoras y estudiarán si el comportamiento de los peces cambia a través de las estaciones del años. Los investigadores también ayudarán a optimizar condiciones del fondo marino para que peces y moluscos puedan vivir cerca del edificio”, detalló el estudio.