La mayor parte de su actividad como investigador se centró en el estudio de la construcción. Como arquitecto cultivó un interés peculiar por la rehabilitación y restauración de monumentos, que lo llevó a trabajar en proyectos, como la Iglesia de San Cosme y San Damián de Burgos, el Castillo de Cañada del Hoyo, el edificio de la Unión Musical y el Palacio de los duques de Pastrana entre otros.
También colaboró en proyectos internacionales como la Red Proterra y fue uno de los creadores del Centro de investigación de Arquitectura Tradicional (CIAT).