Esta modalidad consiste en llamadas telefónicas supuestamente provenientes de instituciones bancarias o empresas reconocidas. En ellas, delincuentes solicitan al usuario “validar cargos sospechosos” en sus tarjetas de crédito o débito, y aprovechan para pedir datos sensibles como el número de tarjeta, NIP o códigos de seguridad.
Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, el 71% de los fraudes se cometen mediante llamadas telefónicas, seguido de mensajes SMS (14%) y aplicaciones de mensajería instantánea (10%).
- Utilizar únicamente plataformas oficiales y sitios seguros para realizar compras en línea.
- Activar notificaciones de movimientos en tarjetas para monitorear en tiempo real.
- Contactar al banco únicamente a través de sus canales oficiales, como los números al reverso de la tarjeta, su app móvil o sitio web.
- No proporcionar información financiera o de seguridad por teléfono bajo ninguna circunstancia.