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Desde sensores para prevenir deslizamientos en montañas hasta boyas avanzadas para regular la energía marina, Japón extiende las ciudades inteligentes a todas las regiones.

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Según los últimos datos, el mercado japonés de ciudades inteligentes se valoró en 63,150 millones de dólares (mdd) en 2024, mientras que la firma de investigación y consultoría Astute Analytica prevé que alcance los 216,990 mdd en 2033, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesta del 14.7% durante el período 2025-2033.

El informe describe cómo el mercado de Smart Cities de Japón está progresando a un ritmo notablemente rápido, revelando una serie de proyectos innovadores, un gasto público considerable y una visión liderada por el gobierno que se extiende mucho más allá del desarrollo urbano convencional.

 

Las principales ciudades de Japón, Tokio, Kobe, Fukuoka y Sapporo, han surgido como algunas de las principales ciudades inteligentes; Tokio destinará 2.22 mil millones de dólares a la gestión del tráfico mediante inteligencia artificial (IA) para reducir la congestión en más de 2,000 intersecciones.

 

A nivel nacional, el gobierno ha destinado 7,600 mdd en fondos totales para más de 12 proyectos piloto a gran escala, centrados en sistemas de agua habilitados para la Internet de las cosas (IdC), transporte público autónomo y aplicaciones de seguridad basadas en datos. En consonancia con estas iniciativas, el Ministerio del Interior y Comunicaciones está coordinando 18 comités recién formados para perfeccionar los estándares técnicos para la cobertura universal 5G para fines de 2023, lo que refleja un impulso concertado hacia una interconectividad más amplia en las regiones urbanas.

Osaka es pionera en el transporte de última generación al desplegar 750 transportes eléctricos autónomos en rutas concurridas, mientras que Sapporo lidera la innovación en climas fríos al probar más de 400 arbotantes con sensores para monitorear las nevadas en tiempo real.

Fukuoka está instalando 9,000 cámaras de vigilancia de alta resolución integradas con un software avanzado de reconocimiento facial, con el objetivo de garantizar la seguridad pública mientras experimenta con análisis de inteligencia artificial para el control de multitudes.

 

En conjunto, estas iniciativas cuentan con el respaldo de la visión general del gobierno nacional, que prevé al menos 10 ampliaciones más a nivel de ciudad para 2030, combinando tecnologías de gestión energética, atención sanitaria digital y seguridad pública. Como prueba del creciente énfasis en la sostenibilidad, en la actualidad hay 39,700 estaciones de carga de vehículos eléctricos en funcionamiento en todo Japón, una cifra que subraya la intención del país de realizar la transición a soluciones de movilidad más limpias a gran escala.

 

Muchos de los municipios más grandes, incluidos Yokohama y Nagoya, han comenzado a instalar 14,000 arbotantes equipados con módulos LED adaptables y sensores de movimiento que se atenúan o aumentan en función del tráfico peatonal. Junto con más de 500 mil unidades de vigilancia administradas de forma privada y repartidas por complejos comerciales, el volumen de hardware en servicio ha alcanzado niveles sin precedentes, reportó Astute Analytica.

Los grandes sets de hardware en el mercado de las smart cities en Japón se sustentan en sólidas inversiones en infraestructura. Los proveedores de telecomunicaciones de Japón activaron 37,000 estaciones base 5G adicionales en 2023, con el objetivo de respaldar pruebas más seguras de vehículos autónomos en autopistas de más de 500 km. En 2024 también se implementó una red de 2,800 sensores meteorológicos avanzados, que ayudan a las autoridades locales a emitir alertas en caso de una lluvia torrencial.

 

 

Seguridad pública

Las aplicaciones de seguridad pública en el mercado de las ciudades inteligentes de Japón también han cobrado protagonismo. Varias ciudades han introducido plataformas integradas de prevención del delito que vinculan a municipios vecinos, y este año ya están en funcionamiento 700 canales de datos interregionales.

 

El sistema de vigilancia de calles basado en inteligencia artificial de Fukuoka, que puede detectar comportamientos sospechosos en tiempo real, se conecta directamente a un centro unificado de aplicación de la ley que cuenta con personal disponible las 24 horas del día.

 

Se inauguraron en 2024 doce programas piloto centrados en la difusión de la salud mental a través de sensores portátiles, lo que refleja el compromiso de Japón con el bienestar holístico en sus entornos inteligentes.

La topografía diversa del mercado de ciudades inteligentes de Japón influye sustancialmente en la forma en que se implementan las soluciones de ciudades inteligentes, lo que hizo que 2024 fuera un año dinámico para unir centros urbanos desarrollados con conglomerados municipales emergentes. Áreas históricamente avanzadas como Tokio, Yokohama y Kawasaki administran en conjunto 25 centros de datos de varios niveles que manejan todo, desde redes de energía hasta transporte público.

A su vez, en regiones más pequeñas pero de rápido desarrollo, como Kumamoto y Kanazawa, se han comenzado a instalar 300 subestaciones de microrredes, lo que garantiza un flujo eléctrico ininterrumpido incluso durante desastres naturales.

Con respecto a las regiones montañosas, la monitorización de carreteras en tiempo real ha despegado en 2023, con 4,200 unidades de sensores desplegadas en las laderas para prevenir deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas. Mientras tanto, las zonas costeras del mercado de ciudades inteligentes de Japón están aprovechando los datos del movimiento de las mareas de 50 boyas avanzadas para regular la generación de energía eólica marina y proteger la pesca.

 

Estas expansiones también fomentan un sentido de equidad digital, reflejado en los 2,000 espacios de trabajo compartido administrados localmente que han recibido apoyo gubernamental para operar instalaciones avanzadas de teleconferencia.

 

Además, el presupuesto nacional destina aproximadamente 250 mdd a proyectos de colaboración que alinean a empresas nacionales con proveedores de servicios internacionales, un enfoque diseñado para fomentar asociaciones creativas.