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En el marco del Día Mundial del Vehículo Eléctrico, es importante hablar de por qué estos autos son cada vez más populares y beneficiosos.

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La transición hacia la electromovilidad ha demostrado ser una tendencia imparable, principalmente porque los vehículos eléctricos (VE) generan menos emisiones de gases de efecto invernadero que los autos de combustión interna, incluso si se consideran todas las etapas de su ciclo de vida, incluyendo la fuente de energía que utilizan.

A pesar de que algunos escépticos han cuestionado la ventaja de los VE debido a las emisiones durante su fabricación o la posible generación de energía a partir de fuentes contaminantes como el carbón, un reciente estudio de BloombergNEF aclara la situación.

 

De acuerdo con el análisis, realizado en países como Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, China y Japón, muestra que los autos eléctricos producen entre un 25% y un 71% menos emisiones que sus equivalentes de combustión interna, dependiendo de las condiciones energéticas de cada país. La diferencia más baja se da en China, debido a su alto uso de carbón, mientras que la más alta se registra en Estados Unidos, donde los vehículos grandes y consumidores de gasolina siguen siendo muy comunes.

 

Lo mejor de todo es que la brecha en emisiones seguirá ampliándose con el tiempo. Para 2030, el mayor uso de energías renovables reducirá aún más la huella de carbono de los vehículos eléctricos. Un ejemplo de esto es la instalación de estaciones de carga solar en República Dominicana por parte de Evergo.

Además, los avances tecnológicos en baterías y vehículos seguirán mejorando la eficiencia de los VE, consolidando la electromovilidad como una solución clave para el medio ambiente en el siglo XXI. Esta necesidad es urgente. Según el Carbon Monitor, en 2023 las emisiones globales de dióxido de carbono aumentaron un 0.1%, mientras que algunos países, como China, incrementaron sus emisiones un 3 por ciento.

 

 

El transporte, responsable de aproximadamente el 30% de las emisiones globales, tiene un impacto considerable, y los autos particulares representan un 18 por ciento. Por tanto, la adopción de vehículos eléctricos es una de las estrategias más viables para reducir estas emisiones.

 

Con respecto a México, la infraestructura de carga para vehículos eléctricos ha crecido un 23% en el segundo trimestre de 2024, según datos del Barómetro de Electromovilidad, lo que refleja un progreso importante hacia un futuro más limpio.