A pesar de la inflación, los riesgos geopolíticos y la escasez de mano de obra, el gasto mundial en software seguirá creciendo, impulsado por el despliegue de la nube y las aplicaciones empresariales, además, proporciona altas tasas de crecimiento de los ingresos de forma consistente para los proveedores.
Un nuevo informe de Forrester menciona que este gasto crecerá a una tasa anual compuesta (CAGR) de 10.3% de 2021 a 2023, dos veces más rápido que la tasa de gasto en otros segmentos de Tecnologías de la Información, que se estima sea del 4.4 por ciento.
Asimismo, más de la mitad de las empresas encuestadas aumentarán sus ingresos a un ritmo de entre el 10 y el 20%, y que los principales proveedores de software volverán a tener un año de ingresos y beneficios sólidos, aunque a un ritmo más lento que en el 2021.
El informe, que retomó computerworld.es, también muestra que el software ha sido la categoría de más rápido crecimiento dentro de los presupuestos de TI de las empresas, y ha proporcionado altas tasas de crecimiento de los ingresos de forma consistente para los proveedores.
El software empresarial crecerá un 12% en 2022 impulsado por la inversión en tecnología en la nube como resultado de la aceleración de los esfuerzos de transformación digital surgidos en la pandemia. “La inversión en la nube para modernizar las aplicaciones heredadas impulsará” las ventas de software en las aplicaciones de front-office y back-office.
Se esperan mayores ventas en el software de:
-Aplicaciones ERP, a un ritmo de 10.4% debido a los esfuerzos de transformación digital
-Contenido y colaboración, como Microsoft Teams, Zoom y Slack, l 11.9%
-El software creado a medida para diversas divisiones internas de las empresas, que Forrester define como vertical
-De infraestructura, a un 12.6%, para superar los 400 mil mdd, debido a la evolución de la tecnología de bases de datos heredada y las inversiones en devops y software de gestión de bases de datos
-De seguridad, CAGR de 15.4%, debido a los múltiples incidentes de ataques y a los desafíos geopolíticos como la guerra entre Rusia y Ucrania.