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La legisladora nominada por el presidente de Estados Unidos tiene una agenda política a favor de la familia tradicional.

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Amy Coney Barrett fue nominada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump para ocupar el lugar que quedó vacío en la Corte Suprema por el fallecimiento de Ruth Bader Ginsburg.

En un mensaje desde la Casa Blanca, el presidente Trump hizo el anuncio con una decoración de flores similar recordó a la de 1993, cuando el entonces presidente Bill Clinton nominó a Ginsburg.

"Tengo el honor de nominar a una de las mentes legales más brillantes y talentosas de nuestra nación a la Corte Suprema. Es una mujer de logros incomparables, intelecto sobresaliente, admirables credenciales y una firme lealtad a la Constitución”, destacó Trump.

Barrett agradeció la nominación y reconoció a Ruth Bader Ginsburg por haberse convertido en una mujer que abrió brecha para las demás en un sector dominado por hombres. También aseguró que los jueces están para cumplir las leyes y no para hacer política. “Asumiré el rol de servir a los estadounidenses y acepto el reto”, dijo.

Alejar opiniones políticas

Tras aceptar la nominación, Barrett dijo que los dictámenes que genere como magistrada de la Corte Suprema se basarán únicamente en la ley y no en creencias personales: "Los jueces no son legisladores y tienen que dejar a un lado cualquier opinión política que tengan".

La nominación provocó indignación en el Partido Demócrata, ya que consideran que a solo unas semanas para las elecciones, una decisión de la inminente magistrada podría incidir en el resultado de las urnas ante las próximas elecciones en ese país.

Amy Coney Barrett es integrante de la Corte de Apelaciones en Chicago. En caso de ser aprobada su nominación, se convertirá en la integrante más joven de la Corte en la historia.

Con  48 años, Barrett es una devota creyente que en un artículo publicado en 2013 que argumentó que "la vida comienza con la concepción". Planteamientos a favor de diversos grupos de creyentes han despertado el interés por revertir la histórica decisión judicial que en 1973 legalizó el aborto en todo el país que aseguran, ha atentado desde entonces contra la familia nuclear tradicional.

/Con información de la BBC y LatinUS. /