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La nación tiene prevista una inyección de recursos fiscales equivalentes al 12% de su Producto Interno Bruto, para intentar revertir los efectos de la crisis causada por el Covid-19.

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Ante las expectativas económicas negativas para la región Latinoamericana (Latam), los países están adoptando diversas políticas para hacerle frente a los estragos que propiciará la pandemia del Covid-19. Perú es la nación más destacada al tener previsto una inyección de recursos fiscales equivalentes al 12% de su Producto Interno Bruto (PIB) para intentar revertir los efectos de la crisis.

El gobierno encabezado por Martín Vizcarra, promete inyectar 25 mil millones de dólares como política contracíclica para contener el daño del Covid-19, tanto a la salud de su población como a su economía, por lo que busca alcanzar un triple objetivo:

·        Asistir a los segmentos sociales más vulnerables.

·        Asegurar la continuidad de las empresas.

·        Impulsar la reactivación de la economía una vez que pase la pandemia.

Hugo Perea Flores, economista jefe para Perú de BBVA Research y ex viceministro de Economía, en Lima, señaló al respecto que “Perú lleva ya tres décadas de mucha disciplina fiscal y monetaria, lo que permite que hoy día, cuando el escenario está muy complicado, (que) el gobierno pueda disponer de múltiples herramientas para desplegar el mayor plan de la historia del país y uno de los mayores a nivel global como porcentaje del PIB”, de acuerdo con una publicación del portal expansión.mx

Debemos considerar que el tamaño de la economía de Perú es como la quinta o sexta parte respecto a la de México, por lo que es importante destacar que los recursos fiscales destinados contener los daños del Covid-19, son equivales al 12% de su PIB anual.

La explicación a lo anterior es la política fiscal aplicada al menos durante la última década, al establecer que, excepto en épocas de desastres naturales o choques externos significativos, el déficit no pueda superar el equivalente al 1% del PIB. También fue fijado un límite al endeudamiento público, que no puede exceder al equivalente del 30% del PIB.

También se autoimpuso, por ley, que en las épocas de alto precio de los minerales, al ser de los cinco mayores productores de cobre, plata, oro y zinc del mundo, ahorrar en un fondo de estabilización fiscal; este fondo llegó hace cuatro años a un máximo de 9 mil 500 millones de dólares, equivalentes al 4.5% del PIB.

Expansión.mx también citó a Jaime Reusche, analista de riesgo soberano de Moody´s Investors Service, en Nueva York, quien señaló  que “la economía peruana cuenta con uno de los más sólidos fundamentos macroeconómicos a nivel de mercados emergentes, en términos de elevadas reservas internacionales (29% del PIB), bajo déficit en cuenta corriente (-1.5% del PIB), baja deuda pública (27% del PIB) y elevados ahorros fiscales (12% del PIB)”.

Agregó el analista de Moody´s que “para poder ejecutar un plan de tal magnitud es crítico disponer de espacio fiscal, ahorros líquidos de la tesorería y, sobre todo, credibilidad”.

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía de Perú creció 2.2% en 2019, para 2020 se anticipa una caída de -4.5%, pero prevén una recuperación para 2021 a un ritmo de 5.2 por ciento.