Con una velocidad máxima de 349 kilómetros por hora, el tren más rápido del mundo, se estrenó en la República Popular de China, lo más peculiar de este transporte es que no requiere de conductor.
Se prevé que en las unidades o trenes bala siempre vaya a bordo un asistente para estar monitoreando cualquier problema que pueda surgir durante el trayecto.
Esta línea de ferrocarril interurbano, llamada Jingzhang, que tardó cuatro años en completarse, abarca 10 estaciones, incluida Badaling Changcheng, que proporciona acceso a la Gran Muralla China, se conecta también a Zhangjiakou en Hebei y Yanqing en el noroeste de Beijing, donde se realizarán los principales eventos de los próximos Juegos olímpicos.
Bajo este contexto China se prepara para los Olímpicos y Paralímpicos de Invierno (Beijing 2020), ahorrando 2 horas en el trayecto que va de Beijing a la ciudad de Zhangjiakou, donde se celebrará la mayoría de los eventos de esquí, el tiempo de traslado será de una hora, cuando antes era de tres.
Además estos trenes inteligentes cuentan con grandes áreas de almacenamiento adicional para equipos deportivos, ofrecen Internet 5G, iluminación led y paneles de control con pantalla táctil, así como bases de carga inalámbricas, su coche comedor también puede funcionar como un centro de medios móvil para que los periodistas cubran sus eventos.
Otro dato relevante es que la tecnología de reconocimiento facial y los robots se utilizarán en las estaciones para ayudar con las direcciones, el equipaje y el check-in sin papel.