Con todas las facilidades para obtener una propiedad, y apoyadas por el crecimiento que en los últimos años han tenido los desarrollos en las diversas playas de nuestro país, son más las personas que ya cuentan o están pensando en adquirir una segunda residencia o inclusive han cambiado las estresantes ciudades por la belleza y tranquilidad de las costas mexicanas. Ya sea de estilo mediterráneo, californiano, mexicano o del que usted prefiera, puede encontrar un sinfín de opciones arquitectónicas, de materiales y tamaños, tanto de casas como de departamentos, y decorarlos a su gusto.
Lo primero que debe considerar antes de empezar a diseñar su residencia es que no va a ser la misma decoración que se utilizaría en una casa de ciudad, porque los muebles, los colores, las tendencias y los demás elementos son completamente diferentes debido al contexto, así como el uso que se les dará. Pensar en una casa de playa es sinónimo de diversión, informalidad y relajamiento, aunque no por eso dejará de ser acogedora y cómoda. Otro aspecto que hay que considerar es si solamente se va a utilizar la casa de playa durante los fines de semana y en tiempos vacacionales o si se tiene proyectado vivir en ella de forma permanente, ya que esos diferentes fines plantean decoraciones diversas. Y en este sentido, algunos interiores requieren de una limpieza diaria, en cambio otros exigen un mantenimiento mínimo.
Principios básicos
Ya sea de descanso o para habitarla día a día, expertos consultados comentaron cuáles son para ellos las principales recomendaciones que debe tomar en cuenta una persona antes de iniciar el diseño de su hogar de playa. Una de ellas es “tener una idea clara de las necesidades para cada lugar y de esa manera lograr el espacio tal cual se imaginó. No hay que olvidar la orientación de la luz natural y sus vistas”, dijo Ezequiel Farca, director general de la firma Farca.
Lissa Pérez, propietaria y decoradora de Spazios Decorativos, opinó que se debe determinar el estilo de decoración que se anhela, principalmente en lo que se refiere a colores, texturas y los materiales convenientes al clima tropical de alta resistencia. “Definir en cada recámara para quiénes y para qué van a ser destinados los muebles, así como el número de personas”, agregó la decoradora de interiores.
Por su parte, Ana María Mesta, gerente de mercadotecnia de la firma Stella, señaló que lo primero debe ser la ubicación, seguido de las necesidades de espacio de la familia, del tipo y número de cuartos, sin olvidar los sitios comunes o las áreas de convivencia.
Y en el caso particular de la alberca, jardín o zona de playa, que nos dé la mejor vista. De acuerdo con Patricia Díaz de León, directora corporativa de Hallatt, hay que fijarse en las características del lugar, las tendencias, la comodidad y los costos.
Una vez cubiertos todos estos puntos, hay que saber qué hacer primero, por ello es fundamental contar con la asesoría de un experto.
Fusión entre muebles y acabados
Tanto Mesta como Farca coinciden en que la pauta general la da el proyecto inicial. “Creo que los acabados y muebles deben ir acordes con ese diseño para no crear un conflicto visual”, comentó Ana María Mesta. Al respecto, Farca agregó que se empieza por realizar un concepto general del diseño que se quiere y “quien determina la línea a seguir es el cliente, porque él es el que va a habitar el espacio. Una vez realizado esto se puede definir el mobiliario y accesorios específicos”.
En opinión de Pérez, normalmente debemos adecuarnos al piso ya existente y buscar elementos acordes con ello, teniendo en cuenta que los muebles son lo más importante, ya que marcan el estilo de la decoración.
Para proyectar espacios que brinden la comodidad e impacto visual deseados, Díaz de León sugirió respetar la esencia del inmueble e ir de la mano con las ideas del arquitecto. Como se puede dar el caso de que el centro de atención de un proyecto se lo lleve el interior de la casa, dejando en segundo lugar los exteriores, los entrevistados destacaron lo importante que es poner especial énfasis en la decoración de patios, terrazas, jardines o balcones como elementos de innovación, ya que en algunos casos pueden llegar a considerarse como la fachada de presentación de la vivienda, es decir la introducción hacia la decoración del interior. Es por eso que los expertos le dedicaron una mayor explicación al diseño de exteriores que al de interiores.
Entre lo minimalista, natural y étnico
Como se trata de un lugar a la orilla del mar o cerca de la playa, algunas personas podrían elegir una decoración más libre, sin buscar seguir una moda, lo cual es aceptable siempre y cuando no convierta a ese sitio en un rompecabezas.
Si es de las personas que prefiere estar ad hoc, “actualmente son dos las tendencias: la minimalista y la étnica, que al fusionarse logran una decoración ecléctica, que es la mezcla de estilos”, resaltó Pérez. “El minimalismo implica líneas rectas sin formas rebuscadas, es decir una decoración mínima, tal como su nombre lo dice, sin tantos elementos, sencilla y elegante, donde una pieza luce sólo por su diseño y sin excesos de elementos decorativos”, resumió.
El color chocolate es un punto básico y esencial en esta tendencia; sin embargo, existen colores café más claros que se están utilizando en estos últimos tiempos en muebles, así como también elementos como el mármol, cristal o madera.
Por otro lado, Pérez dijo que en la decoración étnica se utilizan fibras naturales, maderas exóticas, rafias, bambú, ratán y cáscaras de ratán, entre otras. Son productos elaborados rústicamente, e incluso algunos están hechos a mano, y son importados frecuentemente de Asia y de Brasil, entre otros países.
Mesta coincidió con estos comentarios, ya que expresó que la tendencia es tratar de mimetizarse con el ambiente y para ello existen dos tendencias fuertes: hacia los ambientes minimalistas contemporáneos (muebles de aluminio en tonos aluminio, pewter y blanco) o hacia ambientes más naturales (muebles de aluminio en tonos bronce y beige mate, y en el caso de otro tipo de muebles la tendencia es usar el mimbre o maderas tropicales para intemperie). “Aunque creo que la tendencia más trascendente es la inclusión del mueble de jardín como un agente importante en la decoración; porque se trata de integrar un ambiente agradable, tanto dentro de la casa como afuera. Y para ayudarnos, cada vez existen más elementos de selección en materiales, colores, texturas”, añadió.
Para Ana María Mesta uno de los factores que ha revolucionado la industria son las telas, ya que han llegado a jugar un papel importante en la selección del mueble, debido a que cada vez hay más diseños y colores para muebles de jardín, cosa que anteriormente no pasaba.
Otro factor importante, continuó, es la instalación de muebles objeto o decorativos para exteriores, así como la mayor utilización de salas para decorar ambientes a la intemperie. “Antes, la primera opción era un comedor y camastros; ahora también se hace uso de juegos de comedor con bancas en lugar de sillas”, recordó.
Farca resumió la tendencia actual en formas simples y amenas que equilibren nuestro espacio y que potencialicen las vistas. Así como colores neutros con un pequeño contraste, ya sea en una pared o con los accesorios. Adelantó que materiales como la madera, el mármol, los tejidos ecológicos, los accesorios de resina y los plásticos de estilo minimalista son lo mínimo indispensable para hacer de este espacio un lugar de ensueño.
Resistentes, estéticos y funcionales
Debido a las condiciones atmosféricas de la zona costera, y a que los muebles están en el exterior, los cuatro expertos entrevistados coincidieron en que los factores que van a influir en el deterioro de los muebles son las altas temperaturas y la humedad. Por lo que hay una fuerte tendencia a utilizar materiales de tipo natural, como maderas tropicales y mimbre; aunque el aluminio sigue siendo la mejor opción en cuanto a muebles de jardín cuando se requiere bajo mantenimiento y costo accesible. “La resina también es una buena alternativa para los muebles que se colocan en la playa y sobre la arena, ya que requieren de un bajo mantenimiento. Y en cuanto a decks y pergolados, la primera opción son maderas tropicales, y la resina es cada vez más utilizada”, comentó Mesta. En cuanto a los toldos, es decir, sombras de playa, dijo que en este caso los materiales más utilizados son hierro, aluminio y maderas tropicales.
Debido a su generosidad en formas, confort y resistencia al medioambiente principalmente, la madera, el acero inoxidable, el coriá n, el tejido ecológico y la sumbrella, es lo que recomendó Ezequiel Farca.
Por su parte, Lissa Pérez indicó que la teka, el salam o el jatobá son materiales que con el clima tropical tienden a resecarse, pero, al igual que en la madera, esto se soluciona simplemente con un mantenimiento con aceite, y como por arte de magia los muebles vuelven a recuperar su estado original. Además, continuó, existen muebles de aluminio forrado con fibras de policarbonato, que son muebles de alta resistencia. Sin embargo, el hecho de que sean resistentes no quiere decir que sean eternos.
Consienta a sus muebles
El mueble de jardín está diseñado para estar en la intemperie y resistir los rayos del sol, la lluvia, el agua salada, el aire o el polvo, por lo que su uso es rudo. Sin embargo, hoy existen muchas opciones de muebles y usted deberá elegirlos en función de cuánto tiempo quiere dedicar para su cuidado y duración.
“En el caso de la resina, el aluminio y el hierro forjado, son muebles que se pueden considerar de bajo o ningún tipo de mantenimiento, pueden dejarse sin problema afuera y sólo requieren para su cuidado evitar los roces y las raspaduras de su manejo, así como un lavado con agua y jabón cada vez que se requiera”, resaltó Ana María Mesta. Si su mueble utiliza cojines, continuó, es recomendable que éstos se guarden durante las temporadas en que no sean utilizados, para evitar que se percudan con el polvo. Los muebles fabricados con maderas tropicales pueden durar muchos años, ya que están realizados con productos naturales muy fuertes que no requieren ningún tipo de barniz y resisten las inclemencias del tiempo.
Para conservar su buena apariencia, Mesta recomendó limpiarlos con agua y jabón y aplicarles los aceites naturales que recomiendan sus fabricantes (varía el tipo de aceite de acuerdo con el tipo de madera), con el fin de mantener el mayor tiempo posible su apariencia tersa y su color original (la madera tiende a tomar un color grisáceo con el tiempo).
En el caso del mimbre natural, Mesta resaltó que no se recomienda para su uso en la intemperie, ya que tiende a resecarse y romperse al estar expuesto a los rayos del sol y al agua. Sin embargo, sería una pena no poder decorar espacios acogedores con este tipo de muebles, por lo que hoy existen alternativas a partir del uso de resinas e imitación de mimbre, elementos que pueden ser usados en exteriores y son resistentes a las inclemencias del tiempo, ya que están hechos con cuerpo de aluminio y tejidos con resina imitación mimbre resistente a rayos ultravioletas, raspaduras y corrosión.
Como cualquier mueble, acotó Lissa Pérez, ya sea de interior o exterior, debe tener ciertos cuidados, como por ejemplo no limpiarlos con paños muy húmedos, porque la madera puede absorber la humedad y a la larga sufrir un deterioro. “Cuide que el paño esté libre de residuos que puedan rayarlo, y para los de playa procure quitarles el salitre que les deposita la brisa marina, para que no se manchen ni oxiden”, recomendó.
Como los materiales que se utilizan en su elaboración son para estar en el exterior, Farca señaló que no requieren de un cuidado especial como tal, pero como todo, necesitan una limpieza general, a base de agua para los plásticos, de aceite para mantener la madera o de un protector para el mármol, entre otros.
Diferenciar entre interiores y exteriores
Al buscar los muebles para adornar un bien inmueble puede caer en manos de un vendedor deshonesto, que lo único que busca es vender por vender, sin importarle el uso que usted le dará o para qué desea determinado objeto. Y aunque en general el concepto de ambiente de un mueble de interior es el mismo que el de uno de exterior, no son iguales, “la diferencia principal es que un mueble de interior está fabricado con la intención de ser bonito y, en general, requiere de mucho cuidado para no maltratarse con el uso. En el caso de los muebles de jardín están diseñados con la intención de ser principalmente durables y resistentes al sol, a la corrosión, a las rasgaduras y a los golpes, por lo que gracias a los nuevos materiales utilizados en su fabricación se obtiene un buen diseño de los muebles de jardín”, dijo la ejecutiva de Stella.
Tanto Farca como la propietaria de Spazios Decorativos secundaron a Mesta en que la diferencia principal es que los muebles de exterior deben ser de extrema resistencia porque están expuestos a las inclemencias del clima. “Los muebles de interiores no son tan delicados, aunque sí deben ser resistentes para poder utilizarse”, indicó Pérez.
Diseño para exteriores
En un jardín, una terraza, un patio o un espacio exterior el diseño se basa más en el gusto del cliente que en la arquitectura del lugar, coincidieron Patricia Díaz de León y Ezequiel Farca. “Definitivamente es básico el gusto de las personas, pero éste tiene que dirigirse al concepto del espacio y a las características del mismo”, mencionó Díaz de León. Como se fundamenta principalmente en las necesidades del usuario, comentó Farca, éstas deben de entenderse perfectamente bien, “porque nuestra contribución es hacer que estos espacios sean un lugar de convivio y una perfecta excusa para disfrutar de la vida”. Para Mesta y Pérez los dos factores son muy importantes, se podría decir que el gusto de la persona influye en el estilo de la arquitectura, la cual define de alguna manera el tipo de mueble que se requiere.
“Hoy existen muchas opciones de materiales así como de estilos. El gusto del cliente juega un papel preponderante en cuanto a la selección de colores y telas que en gran medida le dan la personalidad al mueble”, indicó Mesta.
En opinión de Pérez, se debe seguir el diseño del inmueble respetando el gusto del dueño, ya que es él quien va a disfrutar del lugar. “En ocasiones, para mí como decoradora es importante la opinión de mi cliente, porque él va a pasar más tiempo en ese ambiente. Una de las cosas que no me gusta como profesional es que las persona se sientan como extrañas en su propia casa, ya que los elementos que les hemos proyectado especialmente les deben transmitir bienestar y confort al mismo tiempo que los disfrutan”, mencionó Pérez.
Lo que no se debe hacer
Ante la interrogante de qué es lo que no se debe hacer a la hora de diseñar un espacio exterior los cuatro expertos resaltaron los siguientes puntos.
1. Utilizar materiales no adecuados para su uso en exteriores. Normalmente el cliente no considera esto como un factor definitivo, no conoce de materiales y compra lo que considera bonito a primera vista, sin tener en cuenta la durabilidad de sus componentes, y termina teniendo una experiencia desagradable, porque sus muebles se rompen, se oxidan y tiene que volver a comprar todo de nuevo o se la pasa reparándolos constantemente.
2. Dejar de lado la resistencia de los materiales, pues es muy común que la gente utilice artículos no adecuados para exterior, como cojines rellenos de pluma, ya que absorben la humedad.
3. No considerar el tamaño del espacio y las dimensiones del mobiliario que se quiere utilizar.
4. Elegir muebles de hoja de plátano, ya que como es un material biodegradable, con la humedad se deteriora e incluso puede llegar a podrirse desprendiendo un olor desagradable.
5. Introducir muebles de fierro o metal.
6. Poner telas muy delicadas que se manchan fácilmente, pues son difíciles de limpiar y de mantener en buen estado. Existen algunas marcas de telas resistentes al clima caluroso y de diversos diseños.
7. El comprar por capricho o por llenar un espacio.
8. Adquirir muebles no hechos con materiales para resistir en el exterior, así como no darles el tratamiento recomendado.
Cambio de decoración
A pesar de que un mueble puede durar años, no necesariamente la decoración del espacio debe permanecer igual todo ese tiempo.
“Un mobiliario de buena calidad, puede durar infinidad de años con un buen mantenimiento; sin embargo, las tendencias duran aproximadamente cinco años”, expresó la directiva de Hallatt. Es conveniente, agregó Pérez, hacer un cambio si existe una nueva tendencia o es evidente un deterioro o desgaste de los muebles. Inclusive, continuó, hay algunas personas que lo hacen porque los muebles los han aburrido.
Por su parte, Ezequiel Farca opinó que la determinación de cuándo es recomendable cambiar una decoración depende de cada persona y que tan a gusto se sienta en el espacio donde vive.
Todo está en función de su uso y diseño, dijo la mercadóloga de Stella, es decir, si uno elige sus muebles con un diseño que pasa rápidamente de moda, o como se dice comúnmente "tienen fecha de caducidad", es necesario cambiarlos. “Cuando uno elige muebles contemporáneos o clásicos que funcionan la mayoría del tiempo, la recomendación sería cambiar las telas de los cojines, mallas o sombrillas para dar un giro a los muebles y adecuarlos a las tendencias de la moda en cuanto a colores y texturas”, aconsejó Mesta. Esto se debe, continuó, a que un buen mueble de jardín tiene una vida útil muy larga (su garantía varía de tres a cinco años). Por ejemplo, en el caso del aluminio sólo es necesario retocar la pintura y cambiar mallas o telas cuando se requiera; en lo que se refiere a las maderas tropicales, solamente es necesario darles mantenimiento con el aceite que cada fabricante recomiende, porque son muebles eternos que pueden durar más de 100 años; y para el mimbre de intemperie, la recomendación sería cambiarlos cuando la fibra esté decolorada o muy dañada.
Lo que se debe considerar
• Lugar. Para dónde lo quiere. Muchas veces no sabe las necesidades del espacio donde va a colocar sus muebles de jardín. Dependiendo del lugar donde los va a poner, puede elegir entre diversas opciones; por ejemplo, si va a amueblar una terraza sin techar al lado de una alberca, donde los muebles estarán expuestos, una opción es la resina o el aluminio. Pero si el lugar está techado y busca un ambiente más cálido, algunas opciones son la madera o el mimbre para intemperie.
• Espacio. Otra consideración importante es el espacio. Si se trata de un balcón o sitio pequeño donde le guste pasar largos ratos solo o acompañado, busque un mobiliario acorde con el tamaño y el número de personas que compartirán dicha área.
• Diseño. Elija un mueble que vaya de acuerdo con su decoración y estilo, no compre lo primero que vea porque lo necesita y no dispone de tiempo para seguir buscando.
• Comodidad. El mueble de jardín está diseñado para que pase en él largos ratos.
• Mantenimiento. Se recomienda elegir los muebles en función de cuánto tiempo quiere dedicar para su cuidado y duración.
• Servicio y garantía. Es preferible adquirir muebles hechos en México o que tengan representantes en nuestro país, con el objetivo de ejercer la garantía si el mueble se llega a romper o trae algún defecto de fabricación.
• Precio. Normalmente el precio va ligado a la durabilidad y garantía del mueble, busque a las empresas que le ofrezcan productos de calidad a precios razonables.