México registra un destacado déficit comercial de 2.3 millones de toneladas de laminados, un desequilibrio mayor que otros países de América Latina y el Caribe. El país azteca, con 15.5 millones de toneladas de consumo, se ubica en segundo lugar tras Brasil, que acaparó el 39% a nivel de América Latina, alcanzando los 22.4 millones de toneladas.