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El turismo se ha consolidado como uno de los pilares fundamentales de la economía mexicana, no solo por su contribución significativa al Producto Interno Bruto (PIB), sino también por su capacidad para generar empleo y promover el desarrollo regional.

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En 2024, el sector turístico mostró un crecimiento notable, superando incluso al PIB nacional, y se vislumbran tendencias que podrían redefinir su futuro.

El turismo representa una parte sustancial de la economía de México. En 2023, el PIB Turístico alcanzó los 2.582 billones de pesos, equivalentes al 8.6% del PIB nacional. Este sector no solo aporta ingresos significativos, sino que también es un motor clave para la generación de empleo, con más de 4.8 millones de trabajadores en actividades turísticas durante el último trimestre de 2023; es decir, el 9% del país.

Con base en los Indicadores Trimestrales de la Actividad Turística (ITAT) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el turismo mostró un arranque sólido en 2024, con incrementos anuales de 7.4% en el primer trimestre y 5.5% en el segundo. No obstante, a partir del tercer trimestre se presentó una clara desaceleración, al avanzar solo 0.9%, para cerrar el año con una caída anual de -0.4% en el cuarto.

Al analizar el comportamiento promedio anual, se calcula que el PIB turístico aumentó 3.35% en 2024, superando ampliamente el 1.5% que logró la economía nacional. Aunque esta cifra es menor al crecimiento de 4.4% registrado en 2023, fue más del doble del PIB nacional, confirma la capacidad de recuperación del sector turístico, aun en un entorno económico menos favorable.

No debemos olvidar que después de los años 2020 y 2021, periodos que fueron los más álgidos de la crisis sanitaria, fue paulatina la recuperación del turismo nacional e internacional hasta lograr retomar en 2023 y 2024 una gran dinámica a pesar del contexto internacional adverso.

 

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A pesar de los retos, México mantiene una posición privilegiada en el panorama global.

 

Cómo se transforma la industria

El turismo global atraviesa una fase de transformación profunda, marcada por la necesidad de adaptarse a nuevos perfiles del viajero, exigencias sociales y avances tecnológicos. Así lo señala un análisis de EY México, elaborado por Sakkara Simón, socia de Hospitalidad y Bienes Raíces, donde se identifican los principales retos y oportunidades que enfrenta la industria, con implicaciones directas para el caso mexicano.

Entre los ejes clave que definen esta nueva etapa, destaca la hiperpersonalización como uno de los principales diferenciadores del servicio. Hoy, la recolección y análisis de datos permite a las empresas ofrecer experiencias ajustadas a las expectativas individuales de cada cliente, generando mayor lealtad y valor agregado.

Por otra parte, la sostenibilidad ha dejado de ser una opción para convertirse en un requisito. Hoy en día, la industria turística está llamada a integrar prácticas responsables en su operación, desde la eficiencia energética y la construcción verde, hasta el compromiso con las comunidades y la biodiversidad local.

La tecnología también está remodelando el sector. Soluciones basadas en inteligencia artificial y servicios sin contacto están transformando la experiencia del huésped, mejorando tiempos de atención, reduciendo fricciones y elevando los estándares de calidad.

No obstante, el camino no está libre de obstáculos. La retención de talento se ha convertido en una preocupación constante para el sector, que enfrenta dificultades para atraer y mantener al personal calificado necesario para operar en un entorno más complejo y demandante.

 

 

El caso mexicano: desafíos y alternativas

México, como potencia turística, no es ajeno a estos cambios. Según EY, factores como la percepción de inseguridad, la inflación y las tasas de interés elevadas son elementos que inciden directamente en la planeación y decisión de viaje, afectando tanto al turismo nacional como al internacional.

Para sortear estos desafíos, la especialista de EY México sugiere una serie de estrategias clave: diversificar los mercados emisores, fortalecer la cooperación con el sector público para atender temas estructurales, apostar por un turismo más sostenible y construir cadenas de valor que resalten la autenticidad y riqueza cultural de cada destino.

 

 

3.35% fue el aumento del PIB turístico en 2024.

 

Una oportunidad en desarrollo

A pesar de los retos, México mantiene una posición privilegiada en el panorama global gracias a su diversidad geográfica, su herencia cultural y su infraestructura turística. El reto consiste en mantenerse competitivo, combinando tecnología, sostenibilidad y cercanía con el viajero.

En esta nueva era, la capacidad del sector para innovar, adaptarse y colaborar será decisiva para que el turismo siga siendo uno de los pilares del desarrollo económico y social del país.

 

 


Texto:Luis Carranza

Foto: REM