Carol Kolozs, Fundador y director general de Rosas&Xocolate

Sin embargo, a partir de esos mismos años inicia una gran transformación, la cual se observa en diversos aspectos de la vida diaria, al igual que en los negocios y las actividades productivas.

Por ejemplo, en 2008 y 2009, empezó operaciones el Country Club de Yucatán, en el norte de la ciudad camino a Progreso, un megaproyecto para la entidad y más en esos tiempos, al igual que Rosas&Xocolate Boutique Hotel+Spa, en el sur sobre Paseo de Montejo. Ambos proyectos, con sus respectivas dimensiones, tuvieron un impacto en la entidad y, podríamos decir, fueron como detonadores de los cambios y crecimiento que hoy día se están viendo.

A partir de entonces, hemos visto proyectos destacados por parte del gobierno, por ejemplo: El Gran Museo del Mundo Maya, el Centro Internacional de Convenciones, el Palacio de la Música, la expansión del Centro de Convenciones Siglo XXI, al igual que la remodelación del aeropuerto.

En lo que se refiere a grandes proyectos inmobiliarios: El Country Club de Yucatán, Cabo Norte, Altozano y muchos más que incluyen edificios de vivienda vertical nunca vista en Yucatán; centros comerciales o malls regionales como la Gran Plaza, Galerías de Liverpool, los nuevos como La Isla y Harbor. Hospitales y Universidades como El Faro del Mayab, entre otras.

Durante este periodo también identifico un fuerte regreso de los yucatecos a invertir en su estado. Por ejemplo, corporativos de buen tamaño que operaban en Quintana Roo reubicaron sus operaciones en Mérida, con inversiones sustanciales y grandes movimientos de personal. Esto propició un cambio de enfoque, porque de ser Mérida un bedroom community —donde los empresarios o trabajadores llegaban solo a convivir con sus familias— acabó por convertirse en un terreno de alta oportunidad.

Mérida sigue un ciclo natural por su propio crecimiento, pero con las condiciones necesarias para que tenga sustento esa expansión. Por ejemplo, he tenido la oportunidad de vivir en varios países del mundo y, por experiencia, puedo decir que, por su seguridad y calidad de vida, vivir en Mérida es un privilegio; esto último combinado con su gente que lucha para cuidarlo y mantenerlo, obligando a los que llegamos de afuera a respetarlo y contribuir a su desempeño.

Fachada Rosas&Xocolate. 

Potencial enorme en turismo

El estado de Yucatán y su principal ciudad, Mérida, turísticamente hablando tienen un potencial enorme. Sin embargo, el sector vive las consecuencias del desastre sanitario y habrá que evaluar lo que será necesario reestructurar, pero se tiene la oportunidad de innovar y mejorar hoy en día.

Estas circunstancias abren considerablemente las oportunidades y, desde mi punto de vista, el turismo local está a punto de consolidarse luego de la pandemia, porque los productos y servicios que ofrece se han incrementado enormemente.

Por ejemplo, la ciudad cuenta con amplia infraestructura para recibir grandes eventos de expos y convenciones, a través del nuevo Centro Internacional de Convenciones o de la expansión del Siglo XXI Centro de Exposiciones. A la vez, estos proyectos han generado una dinámica de crecimiento en los hoteles de negocios, incrementando la oferta de cuartos a más de 10 mil unidades en Mérida; de la mano de esto, los servicios complementarios de soporte crecieron en proporción.

A su vez, Rosas&Xocolate marcó un antes y después, siendo un hotel boutique de lujo adentro de la ciudad. Podríamos decir que nuestro hotel detonó lo que hoy es una oferta de varios hoteles preciosos con la clasificación de ‘boutique’.

Por lo que respecta a la oferta gastronómica, es amplia, además de que ofrecemos calidad y diversidad. De hecho, Mérida se compara con los destinos más grandes o mejor reconocidos, pero en un ambiente único.

Rosas&Xocolate es un gran ejemplo de una cocina premiada a nivel nacional; adicionalmente, en 2020, abrimos nuestro restaurante Maya de Asia en el nuevo centro comercial Harbor, por lo que enriquece la innovación culinaria. No cabe duda de que el destino como ciudad culinaria es totalmente merecido.

La canasta de turistas que llegan a nuestra entidad, nos indica que los congresos y convenciones tradicionalmente representan un 50 a 60% del flujo de visitantes, lo que nos indica que hay que hacer un gran esfuerzo para incrementar tanto el turismo tradicional como los especializados; como puede ser médico, cultural, educativo, comercial, de negocios y, muy importante, el gastronómico.

La expectativa del sector es positiva con la disminución de la pandemia y el avance de la vacunación, lo que se verá favorecido con la mayor movilidad gracias a la creciente capacidad de transporte aéreo, terrestre, próximamente ferroviario e incluso marítimo.   

Texto Carol Kolozs

Foto: Marcelo Troche