Rembrant Laughing.
Rembrandt Harmenszoon van Rijn fue un pintor y grabador holandés del periodo barroco del siglo XVII que innovó por completo el arte de su época. Fusionó los estilos de los mejores artistas y les dio un nuevo brillo. En sus obras puede verse influencia de grandes artistas como Caravaggio, Rubbens y Tiziano.
Su estilo, característico por sus fuertes empastes, su excelente manejo del claroscuro, su expresividad, su espontaneidad, sus colores intensos y su realismo envuelto de movimiento, hacen de Rembrandt uno de los mejores artistas barrocos de Holanda, y uno de los autores clásicos del arte universal.
La mayoría de las obras de Rembrandt consiste en retratos o auto-retratos que son altamente reconocidos, debido a que reflejan en cada pincelada su inconfundible técnica pictórica del manejo de la luz, así como su gran capacidad para expresar la identidad psicológica de sus personajes. Estas características, también se pueden observar en sus grabados, dibujos de paisajes y en sus óleos sobre pasajes bíblicos.
Actualmente se estima que Rembrandt realizó aproximadamente 300 pinturas, 400 grabados y cerca de 2,000 dibujos, de los cuales la mayoría se conservan gracias a la gran admiración que causaron tanto en su época como en la actualidad.
Finalmente, lo que hace de Rembrandt un artista clásico dentro de la pintura y del arte universal, es que representa un punto eje, donde se ven confluir los mejores estilos del periodo clásico y barroco europeo, así como los principios de la era moderna. De modo tal, que si se hace un análisis y estudio de su estilo y obras, se verá la vigencia y representación del arte, independientemente del tiempo o el espacio en el que sean apreciadas.
A Young Girl Leaning on a Window Sill.
La formación de un artista
No es posible entender la complejidad del estilo de las obras de Rembrandt si no se conoce la influencia que tuvo de otros artistas y el contexto histórico en el que vivió.
Rembrandt vivió la mayor parte de su vida en Holanda, y por ello se desarrolló en un ambiente artístico predominantemente barroco y burgués.
El Barroco fue una corriente artística característica del siglo XVI y siglo XVII, que surgió como respuesta del catolicismo a la reforma protestante de Lutero. Éste se caracteriza por ser un estilo de arte que buscaba un mayor acercamiento a la interioridad del ser humano: sus sentidos, sus miedos y su personalidad mezclada con su fe, su vida y sus creencias.
Se desarrolló de diversas maneras a lo largo de Europa, y en cada lugar iba amoldándose a cada cultura. A pesar de haberse iniciado como un movimiento católico, cobró vida en países protestantes y adquirió en éstos un matiz propio.
Esta corriente se reconoce como un movimiento artístico que resalta los elementos burgueses de la sociedad, las características físicas y climáticas del paisaje, así como las costumbres puritanas del calvinismo y del protestantismo.
Lección de anatomía del doctor Tulp 1632.
El tipo de arte que puede encontrarse dentro de este periodo suelen ser pinturas naturalistas que resaltan bellos paisajes, la furia de las aguas y los contrastantes colores en el cielo; pinturas sobre el puritanismo que invitan al hombre a reflexionar sobre su destino y su moral; al igual que pinturas burguesas en las que se muestra, a través de retratos individuales o colectivos, el estatus económico de los personas o grupos que son retratados.
Los rasgos propios del movimiento son el detallismo, el intimismo, el realismo y los trazos geométricos; sin embargo, estos elementos distintivos se presentan de diferente manera en cada artista mostrando sus mayores intereses y su propio estilo. En Vemeer se reflejan a través del cuidado que da a sus trazos para lograr el efecto de los diferentes planos en los que se encuentran las cosas; mientras que en Rembrandt, se puede observar su excelente manejo del intimismo que expresan sus retratos.
En Rembrandt, la manifestación del barroco holandés tuvo una trayectoria muy distinta a la de sus contemporáneos, pues en el estilo de sus obras, las características de esta corriente fueron llevadas hasta sus últimas consecuencias, convirtiéndolas en el límite entre el arte tradicional y un nuevo arte. Rembrandt transformó en sus pinturas y grabados el excesivo detallismo del barroco por pinceladas gruesas y sueltas; el brillante contraste de colores a una suave y delicada gama de colores en penumbras; así como el marcado contraste del contorno a un increíble manejo de la luz y la sombra.
El peculiar estilo de Rembrandt no sólo surgió del barroco holandés, sino que también tuvo sus raíces en la influencia de grandes artistas italianos como Tiziano y Caravaggio, sin los cuales, el arte de Rembrandt no hubiera adquirido el perfeccionamiento de su técnica más pura: el claroscuro, que consistía en hacer fuertes contrastes entre la luz y la sombra para obtener un mayor dominio sobre el volumen y la profundidad de los objetos. Con las influencias y técnicas artísticas tan importantes de Tiziano, Caravaggio, Vemeer y Rubens, el estilo artístico de Rembrandt seduce al intelecto y a los sentidos.
La cena de Emaus, 1648.
Autorretrato con bastón 1658.
La encarnación de un estilo propio; de la juventud a la madurez de sus obras
Dentro de las obras de Rembrandt, se pueden reconocer dos periodos distintos en los que el estilo del artista progresó, se perfeccionó y tomó un nuevo rumbo en su tendencia pictórica.
En los inicios de Rembrandt como artista, se hace un uso peculiar del claroscuro, en el cual, en lugar de exaltarse los contrastes fuertes de luz y sombra, se crea un ambiente de penumbra que es fuertemente tenebrista. Asimismo, las obras de esta época también se caracterizan por expresar un gran misticismo a través de un manejo suave de los contornos y las texturas, al igual que por la constante apelación a las emociones.
Algunas de las obras que presentan estas características y se encuentran dentro de este periodo son: La lección de anatomía, pintada en 1632, El filósofo meditando, pintado ese mismo año; El sacrificio de Abraham, de 1635; El paisaje tormentoso, de 1638; el famoso cuadro de Artemisa, pintado en 1634; La ronda de noche, de 1642, entre otras.
En su segundo periodo, el arte de Rembrandt se identificó por ser un poco más luminoso, dramático y psicológico. Abarca desde el año 1643 hasta su muerte, y se caracteriza por expresar de mejor manera los sentimientos y la subjetividad tanto de Rembrandt, como de los personajes a los que retrata.
Debido a la madurez que fue adquiriendo en el transcurso de los años, al final de este periodo Rembrandt se distinguió por tratar temas como la interioridad psicológica del ser humano y las reacciones ante la muerte. Estos temas, eran tratados normalmente en autorretratos que reflejaban el estado interior del artista. Las obras principales que integran este periodo consisten en un gran número de autorretratos, y pasajes bíblicos.
Artemisa 1634.
El arte de Rembrandt y su legado en el mundo
En conclusión, la importancia de este artista y del estilo de sus obras dentro de la historia de arte, no sólo fue reconocida por sus contemporáneos, sino que abrió la brecha para una diversa gama de estilos artísticos que se produjeron en la modernidad.
Hay quienes lo definen como el grabador en el que se vislumbra al artista contemporáneo, su trabajo vale tanto dentro del barroco holandés como dentro de cualquier corriente actual en la que se le considere.
Su estilo y sus obras influyeron en artistas tan importantes como Goya, quien alguna vez afirmó que uno de sus maestros predilectos en el arte era Rembrandt, de quien había retomado la maravillosa técnica del claroscuro, como el intimismo de los autorretratos.
La ronda de noche 1642.
Otra de las influencias claras que puede verse de Rembrandt, tiene su origen en algunas de sus últimas obras, debido a que su técnica en éstas es tan distinta a la que tenía en sus comienzos, que parece un nuevo estilo artístico cercano al impresionismo. Con esto, Van Gogh quedará prendado y reflejará en sus pinturas el tipo de pincelada utilizada por Rembrandt en estas obras.
Por último, otro de los artistas de gran importancia que fue influenciado por la técnica y las obras de este artista, fue Picasso, quien retomaría los estilos y las características del artista para llevarlos a su propia expresión. Así, puede verse que las obras de Rembrandt y las de Picasso comparten el gusto por los trazos rectos y finamente geométricos que permiten al espectador tener la experiencia visual de más de un plano dentro de la pintura.
Finalmente, la importancia de hablar sobre autores clásicos como Mozart en la música, Shakespeare en la literatura o, en este caso, Rembrandt en la pintura, al ser un paradigma tanto del arte antiguo como del moderno, permiten crear puentes de diálogo entre los diferentes periodos y corrientes para alcanzar una mayor comprensión del ser humano en la historia.
Autorretrato 1659.