En una era en la que China atraviesa por cambios vertiginosos, el ganador del Premio Pritzker 2012 propone la renovación de la arquitectura mediante la espontaneidad, el respeto a la tradición artesanal y la historia.

Wang Shu fue galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura 2012. El arquitecto de origen chino ha realizado la mayor parte de su trabajo en la provincia de Hangzhou, su propuesta se caracteriza por la búsqueda de elementos estéticos en la cultura tradicional china y la constante improvisación en el proceso creativo. Ante una época en la que China atraviesa cambios vertiginosos, Wang Shu propone la renovación de la arquitectura mediante el ejercicio de la espontaneidad, el respeto a la tradición constructiva artesanal y la historia.   

Wang Shu

Nacimiento: 4 de noviembre de 1963 en Urumqi, provincia de Xinjiang (China).
Educación: Departamento de Arquitectura del Instituto Tecnológico de Nanjing.
Obtuvo el grado de Licenciatura en Ciencias en 1985.
Obtuvo el grado de Maestría en 1988.

Al hacer el anuncio, el jurado  explicó la importancia de esta edición del galardón: “Representa un paso significativo en el reconocimiento del papel que China desempeñará en el desarrollo de los ideales de la arquitectura”. También hizo mención de la relevancia del proceso de urbanización de la nación oriental y la oportunidad que tiene para crear un modelo de desarrollo urbano acorde con su tradición y sus necesidades futuras.

Peter Palumbo, actual presidente del jurado expresó: “El reciente proceso de urbanización en China invita al debate sobre si la arquitectura debe estar anclada en la tradición o si debe mirar sólo hacia el futuro. Como sucede con cualquier gran arquitectura, el trabajo de Wang Shu es capaz de trascender el debate, produciendo una arquitectura atemporal, profundamente arraigada en su contexto y, al mismo tiempo, universal”.

El camino de la arquitectura

Wang Shu  nació el 4 de noviembre de 1963 en Urumqi, una ciudad de la provincia de Xinjiang (China). Las actividades de sus padres (músico y carpintero el padre; maestra y bibliotecaria la madre) lo mantuvieron en contacto con las actividades manuales, despertando en él el interés por la artesanía, la diversidad de materiales y la literatura.

Cuando era adolescente era común que viajara alrededor de cuatro mil kilómetros entre Urumqi y Pekín, esa experiencia enriqueció su sentido del entorno y los cambios entre los distintos paisajes.

En un primer momento su interés por el dibujo y la pintura hacían creer que tomaría el camino de las bellas artes, pero sus padres le señalaron la dificultad para ganarse la vida en esa área, así que lo persuadieron para involucrarse en la ciencia y la ingeniería. Él buscó una mediación eligiendo un arte relacionado directamente con ambas: la arquitectura.

Se graduó del Departamento de Arquitectura en el Instituto de Tecnología de Nanjing, para después trabajar en la Academia de Bellas Artes de Zhejiang, en Hangzhou, donde realizó investigaciones acerca del medio ambiente y la arquitectura relacionada con la remodelación de edificios antiguos. Poco tiempo después, en el pequeño pueblo de Haining, ya estaba trabajando en su primer proyecto: el diseño de 3 mil 600 metros cuadrados del Centro Youth.     

De 1990 a 1998 se involucró en el proceso de construcción real para aprender todo acerca del oficio, trabajando hombro con hombro con las personas consideradas el nivel más bajo dentro de su profesión: los artesanos. Debido al proceso de urbanización que atraviesa China, la mayoría de los proyectos en los que participó hasta este momento fueron de demolición, esa experiencia influenció su trabajo ya que tiempo después se mostró en contra del exceso de dicha práctica: “Yo no puedo hacer esto, no debemos demoler la historia en orden del desarrollo”.        

En 1997 fundó al lado de su esposa Lu Wenyu el Estudio de Arquitectura Amateur (Amateur Architecture Studio), un espacio para el desarrollo de propuestas que él mismo define como: “[…] un estudio de arquitectura puramente personal. Incluso no hay que referirse a él como un despacho de arquitectura, porque diseñar es una actividad amateur y la vida es más importante que el diseño”. El trabajo del despacho “[…] se actualiza constantemente por las cosas que ocurren espontáneamente. Y, lo más importante, fomentamos la independencia y el individualismo para garantizar el trabajo experimental en el estudio”.

Las actividades de Wang Shu no se limitan al desarrollo de proyectos, también tiene una vida muy activa en el área académica: en el año 2000, se convirtió en profesor en la Academia China de Arte, en Hangzhou. En 2003, fue nombrado jefe del Departamento de Arquitectura, ahí mismo; y en 2007, llegó a ser Decano de la Escuela de Arquitectura.

Museo de la historia, Nigbo

En 2009, su exposición individual, “La arquitectura como una resistencia”, se presentó en el Centro de Arte en el BOZAR en Bruselas, Bélgica. Shu es lector invitado en colegios y universidades en todo el mundo, y a menudo participa en conferencias e instituciones internacionales.

El ejercicio de una artesanía

“Hace cien años, en China, las personas que construían casas eran artesanos; no había fundamento teórico de la arquitectura. Hoy en día, un sistema arquitectónico oficial ha sido establecido, pero he elegido la artesanía y el espíritu de aficionados sobre el sistema. Para mí, ser  un artesano y un amateur es casi lo mismo”.

Con estas palabras Wang Shu sintetiza la postura con la cual ejerce su profesión, ha declarado que la artesanía es más importante que la tecnología en el sentido de que la humanidad es más importante que una construcción. Incluso ha expresado que encuentra más satisfacción en desarrollar casas, en el sentido de que son más humanas al estar más involucradas en la vida de la gente: “Uno de los problemas de la arquitectura profesional es que piensa demasiado de un edificio. Una casa que está cerca de nuestra vida simple y sencilla, es más fundamental que la arquitectura.”

Wang Shu equipara su método de trabajo al de un artista de pintura tradicional china: primero estudia las ciudades y los paisajes; posteriormente reflexiona una semana sobre su experiencia sin llegar a nada concreto. Y de pronto llega un momento en que empieza a materializarse imágenes dentro de su mente, es entonces cuando comienza a dibujar. Dentro de sus anécdotas, Shu cuenta que el diseño para el Museo de Historia de Ningbo surgió repentinamente durante una noche de insomnio.

Y en cuanto a la definición de amateur, hace referencia a la pasión y la espontaneidad que caracterizan a un constructor aficionado, parte esencial de su propuesta: “para mí la arquitectura es espontánea por la sencilla razón de que la arquitectura es un asunto de la vida cotidiana. Cuando digo que voy a construir una casa en lugar de un edificio, estoy pensando en algo que está más cerca de la vida cotidiana.

Es muy común que durante las distintas fases de ejecución de alguno de sus proyectos, incluyendo la construcción, ocurran cambios imprevistos, hecho que permite a sus obras un mayor margen de adaptación a las condiciones ambientales y constructivas que presentan tanto el entorno, como el momento histórico: “Muchas cosas impredecibles pasan aquí en China todo el tiempo, así que tienes que improvisar”. Y enfatiza: “es mejor ser capaz de resolver los problemas en el momento en el que surjan”.

En cuanto a sus influencias, considera que la principal es Tong Jun, arquitecto chino que investigó los Jardines Jiangna de Suzhou, aunque también menciona a Aldo Rossi, Álvaro Siza (ambos premios Pritzker), Le Corbusier, Mies van der Rohe, Louis Kahn, Carlo Scarpa, y algunos de los primeros trabajos de Tadao Ando (también premio Pritzker).

A pesar de su ideal del sentido amateur en su obra, no es de extrañar que Wang Shu sea Decano de Arquitectura de la Academia de China y ponente en congresos internacionales, ya que él ha declarado que se ve a sí mismo como académico, artesano y arquitecto, en ese orden. 

Trabajo experimental amable con el ambiente.

El trabajo de Wang Shu también se ha caracterizado por la búsqueda de materiales alternativos que disminuyan el impacto ambiental. Un ejemplo de ello es el Museo de Historia de Ningbo: el edificio se elaboró con materiales reciclados del área destinada para su ubicación, con ellos desarrolló una construcción que pudiera fungir como una pequeña ciudad.

Esta postura está relacionada con la interpretación del carácter temporal de una construcción: “Mi creencia es que la arquitectura debe trabajar mano a mano con el tiempo. A veces, prefiero utilizar materiales menos costosos que pueden ser reemplazados cuando se dañan. Asocio edificios y plantas, cuando se juntan, cuando el tiempo pasa, la arquitectura se sujeta a cambios constantes. La temporalidad, como yo uso la palabra, no se entiende como desechable”

Premio de Arquitectura Pritzker

“Firmitas, Utilitas, Venustas”. 

el premio Pritzker fue fundado en 1979 por Jay Pritzker y su esposa Cindy con el objetivo de reconocer cada año al arquitecto vivo cuyo talento, visión y compromiso hayan hecho aportaciones importantes a la humanidad mediante el arte de la arquitectura.

Los laureados reciben una cantidad de 100 mil dólares, un certificado de citación formal y una medalla de bronce, en eventos antes de 1987 se obsequiaba una escultura de Henry More.

La ceremonia se realiza anualmente, por lo regular en mayo, en una sede  de relevancia para la arquitectura a nivel mundial, también varía cada año para rendir un tributo a la arquitectura de otras épocas y a los galardonados de ediciones anteriores. Las sedes son elegidas antes de anunciar al ganador, así que ganador y sede no comparten la misma nacionalidad, necesariamente.

La medalla está inspirada en los diseños de Louis Sullivan, afamado arquitecto de Chicago conocido como el padre de los rascacielos, por un lado tiene grabado el nombre del premio y por el otro tiene inscritas tres palabras: “firmeza, comodidad y deleite” en alusión a los principios fundamentales del arquitecto romano Vitruvius: “firmitas, utilitas, venustas”. 

cronología de obras y proyectos