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Multiplex Visiones múltiples del arte contemporáneo

El Museo de Arte Moderno de Nueva York presenta actualmente y hasta julio de 2008 la exposición Multiplex: Directions In Art, 1970 To Now. Entre pintura, escultura, dibujo, fotografía, video y nuevos medios, reúne un total de 72 obras que pertenecen a la colección del museo; mostrando, en gran parte, adquisiciones recientes de la colección.

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Wrist Corsage.

La curaduría que, corre por parte de Deborah Wye, se enfoca en tres de las múltiples perspectivas con las que se puede abordar el arte contemporáneo: abstracción, mutabilidad y provocación.

"Los años setenta -apunta la curadora- fueron un periodo de cuestionamiento acerca de los valores establecidos y las instituciones; así, como un periodo en el que hubo un cambio en el pensamiento crítico en torno al arte. El término `pluralismo´ comenzó por describir el complejo terreno artístico, mediante un rango amplio y divergente de enfoques. Algunas de estas prácticas, definieron nuevas sensibilidades, mientras que otras, que habían sido ignoradas, adquirieron una nueva relevancia. Los medios como el video, la fotografía y el performance, desafiaron la autoridad de la escultura y la pintura; y algunos artistas tomaron las calles e intervinieron el paisaje para escapar a los confines de las galerías de arte. La visión previa del arte moderno -tendencias fluyendo de un `ismo´ a otro- abrió vías hacia la consideración de prácticas diversas. Este marco de referencia para entender el arte sigue siendo vigente hoy en día.

Esta lectura de la colección, se propone demostrar la amplia variedad de estrategias y actitudes en el arte contemporáneo, mediante hilos temáticos que dan cuenta de la vitalidad y posibilidades del arte de los últimos tiempos. La exposición reúne obras de: Bill Viola, Tacita Dean, Andreas Gursky, Jenny Holzer, Lin Tianmiao, Sarah Lucas, Adrian Piper, Lisa Yuskavage, Robert Gober, Andy Warhol, Louise Bourgeois Gilbert & George, George Passmore y Roni Horn, entre muchos otros.


Age of Rectangles.



Abstracción

La línea curatorial que atiende a la abstracción, da cuenta de la flexibilidad con la que el lenguaje visual abstracto opera actualmente en las artes. Una tentativa por clarificar el mensaje en la comunicación, condujo a los artistas al cuestionamiento de las posibilidades propias de los medios utilizados. Este vórtice de cuestionamientos acerca de los medios y mensajes, originado a principios del siglo XX, ha devenido en diversas tradiciones.

Por ejemplo, la abstracción geométrica que signa el pensamiento racional y la espiritualidad, como dos caras de la misma moneda. O la abstracción gestual, que refleja la expresión personal, ponderando la emoción y la irracionalidad del inconsciente. La experimentación abstracta, continúa vigente en el panorama de las artes y ha absorbido influencias que van desde el post-minimalismo, el arte procesual y el arte conceptual.


Of previous Dissipation


El marco referencial para la abstracción blandió las fronteras tradicionales de la pintura y la escultura, para adoptar medios como la animación digital, la música, el video, la fotografía. Y su inspiración adquiere recursos que van desde las matemáticas, los cómics, la arquitectura, los mapas, el periódico, las señales de televisión, las ilustraciones científicas, entre otras.

En esta sección se incluye obra fotográfica de Andreas Gursky (Alemania, 1955). La obra Bahrain (2005), una fotografía a gran escala -como suele presentarse el trabajo de Gursky- de aproximadamente 2 por 3 metros. Una pista de carreras serpentina que se ciñe en contorciones sobre un paisaje desértico, anuncia el interés principal de Gursky por devolver el paisaje a su forma abstracta.

Andrea Gursky pertenece a una segunda generación de fotógrafos alemanes que proviene de la escuela que formaron Bernd y Hilla Becher. Fotografías documentales de estamentos urbanos en desuso fueron detonados según su grado máximo de objetividad, en el trabajo de estos fotógrafos. La `Nueva Objetividad´, permeable a la época de posguerra, emerge como una promesa rota del progreso y la utopía. Su fotografía documental de edificios y fábricas en desuso plantea una descripción objetiva de paisajes urbanos descompuestos en los patrones seriales que los conforman.

De esta escuela nace una segunda generación, brillante, de fotógrafos alemanes, a los que pertenecen tanto, Gursky como: Thomas Struth, Thomas Ruff y Candida Höfer. En contraste con sus tutores, Gursky adopta las nuevas herramientas digitales y el uso de color. La fotografía de Gursky se distingue por tener una definición imposible de alcanzar sin la manipulación digital de la imagen. Todo, absolutamente todo, está en foco. Esta obscenidad de la mirada que encuentra nitidez hasta en el más mínimo detalle, se transforma en un vistazo anónimo. Sus panorámicas, si bien captan situaciones de la vida diaria -por ejemplo, oficinas en Shangai, vistas de las estanterías en los supermercados, casas de bolsa o unidades habitacionales en París- se encuentran desprovistas de la presencia humana. Si ocasionalmente aparecen personas en sus fotografías, es simplemente para reforzar las estructuras organizativas del entorno, replicadas en las estructuras sociales.

Sus estructuras seriales, desplazan al individuo a un segundo término. Las retículas arquitectónicas, los sistemas de producción industrial y todo lo que parece inherente al paisaje urbano, bajo su lente, adquiere un carácter ominoso, anónimo, maquinal. La abstracción en el trabajo de Gursky se cruza con los límites de la imagen minimal y el arte conceptual. Sus paisajes devienen abstracciones con exactitudes inquietantemente geométricas.


Rheinmetall / Victoria8


En oposición al trabajo de Gursky, nos encontramos con la obra de Roni Horn (Nueva York, 1955). Horn es un virtuoso en el uso de los materiales; en la exposición presenta una obra cuadrangular roja, vaciada en el vidrio óptico con que se manufacturan lentes y prismas. La calidad refinada del material lo hace espeluznantemente transparente. El título de la obra, Aretha, ha expresado el artista, refiere a: "una entrada a algo pero jamás una explicación. El título alude a la vocalista Aretha Franklin. La obscenidad de la mirada que mencionamos en la obra de Gursky, cobra en el trabajo de Roni Horn, una realidad espectral. La mirada se vuelve literalmente una lente mediante la cual el mundo se torna transparente. Hablamos de una mirada que atraviesa el entorno; de un entrono que se modifica en la obra; y de una obra que se prolonga en el entorno. En un intento de superación del arte minimal, Horn, hace de los materiales "un depósito de experiencias.

Para Roni Horn: "Un objeto está en condiciones de crear el lugar en el que se encuentra. El `lugar´ de Horn, a diferencia del `no-lugar´ -desolado y deshabitado- que plantea el trabajo de Gursky, se basa también el la repetición serial; pero más que revelar las similitudes, revela las diferencias que va suscitando la serie. La obra You are the weather (1994-1996), consiste en una serie de 100 fotografías que se desplazan a lo largo de la galería y están dispuestas en una línea horizontal continua, situada a la altura de la mirada del espectador. Todas las fotografías, son el retrato en close-up, de la misma joven al lado del agua. Alternando indistintamente color y blanco y negro, las fotografías no sólo modifican el entorno de la galería, sino nuestra percepción del desencadenamiento serial. En cada fotografía, podemos apreciar variaciones mínimas, pero que resaltan como particularidades únicas. El menor cambio de matiz, una peca, un cabello, adquieren una relevancia insólita. En esta obra la presencia humana `está en condiciones de crear, el lugar en el que se encuentra´.

Mutabilidad

En esta sección se presentan trabajos de Nancy Spero, Kiki Smith, Louise Bourgeois, Rondney Graham, Guiseppe Penone y Charles Simonds, entre otros. El espíritu que anima esta línea curatorial, trata de las ambivalentes mutaciones en la percepción del yo y de la realidad. Prevalecen los estados de ambigüedad y vulnerabilidad: sentidos de lo enigmático a la vez que de lo inevitable, como apunta la nota de sala. Tanto en el arte decimonónico -el Romanticismo y el Simbolismo- como en el Surrealismo del siglo XX, los artistas exploraron el misterio y la intuición como oposición a la racionalidad `clara y distinta´ que sentenció Descartes un par de siglos atrás.

En trabajos realizados a partir de 1970, estos impulsos se vuelven a encontrar en el Body Art, el Land Art y en ciertas narrativas de la instalación, el performance, el video y el cine. Los artistas reflejan la fragilidad y grandiosidad de la naturaleza y ofrecen interpretaciones poéticas del crecimiento y la regeneración. Resonancias de la historia, el suceder del tiempo y la memoria, son temáticas recurrentes en los trabajos presentados en esta sección. En ella se exploran las fuerzas elementales de la vida así como experiencias trascendentales.


Installation view of the exhibition multiplex


Comencemos por la obra de Guiseppe Penone (Italia, 1947), "His Being Until The 49th Year of Age in a Fantastic Hour", 1972. Consiste en una tira de papel enrollado, que ha sido frotado sobre partes del cuerpo y elementos de la naturaleza, como texturas y cortezas de árbol, para transferir la imagen. Estos frotados que quedan impresos sobre el papel exploran conceptos del crecimiento y la regeneración, lo transitorio y su huella indeleble. Los elementos frotados desaparecerán eventualmente pero quedará su tránsito signado, impreso, fijado al papel. Esta obra como tantas otras, en esta sección es un ejercicio de aprehensión; una tentativa de asir algo tan vago y escurridizo, como la memoria. Me recuerda la noción de Bataille acerca del exceso y la prodigalidad de la vida: "La vida es siempre un producto de la descomposición de la vida. Antes que nada es tributaria de la muerte, que le hace un lugar; luego lo es de la corrupción, que sigue a la muerte y que vuelve a poner en circulación las substancias necesarias para la incesante venida al mundo de nuevos seres. Cuando Giuseppe Penone menciona, a propósito de esta obra: "Siento el bosque respirar y escucho la lentitud inexorable del crecimiento de la madera, parece que toma en cuenta, al igual que Bataille, que el crecimiento inexorable es la corruptibilidad misma de la vida. Y que la vida, para continuar dando vida, tiene que aniquilar lo que creó. Por eso Bataille habla de la prodigalidad de la vida, cuanto más dispendiosa sea ¡tanto más, cobra de vuelta! Lo escultórico o dibujístico, de la obra de Penone es inevitablemente poético. Una poética de lo infalible: el transito de la vida, lleva en sí la semilla de la muerte. Y esa escritura testamentaria de la tierra son -a modo de notas contra el olvido- sus dibujos.

En esta misma tónica, nos encontramos con la obra del artista norteamericano Charles Simonds (1945), El título de la obra que presenta es un poco largo: "People Who Live in a Circle. They Excavate Their Past and Rebuild It into Their Present. Their Dwelling Functions as a Personal and Cosmological Clock, Seasonal, Harmonic, Obsessive, 1972.

Charles Simonds, comenzó haciendo viviendas o moradas en miniaturas, que situaba en espacios al exterior de la barriada del SoHo neoyorkino de los años setenta. Los transeúntes se encontraban sus esculturas sobre edificios abandonados, lotes vacíos, fachadas de ladrillos derruidas y todo tipo de construcciones urbanas que corrieran la pendiente del abandono. El artista describía sus obras como: "Metáforas mixtas del paisaje, el cuerpo, la casa y el crecimiento. Como lo indica el título: `Sus moradas funcionan como relojes personales y cosmológicos, estaciónales, harmónicos, obsesivos´ Una vez más nos topamos con el tránsito inevitable de la vida de camino a su propia disolución.


Installation view of the exhibition multiplex


Provocación

En el último apartado de la exposición la ironía, el humor, la irreverencia, la rabia y el miedo, funcionan como aglutinadores de las obras reunidas. Se presentan trabajos de Ree Morton, Robert Gober, Sarah Lucas, Lisa Yuskavage y Gilbert & George, entre otros. El humor y la ironía, son algunas de las estrategias a las que recurre el arte contemporáneo. Prácticas recientes aluden a la cultura popular, desafían estereotipos y tabúes, arremeten contra las genealogías del decoro y el buen gusto. Se ejerce una crítica mordaz contra la artificialidad de las convenciones sociales para revelar las verdades que encubren.


Untitled (aretha)



Para finalizar tomemos como ejemplo la obra de la artista norteamericana, Lisa Yuskavage (1962). Wrist Corsage, 1996, remeda la fantasía del cuerpo femenino fetichizado que pulula en la cultura popular. Su trabajo gira en torno a la representación de la mujer, y más, a la mujer como representación, es decir, a las construcciones imaginarias en torno al cuerpo femenino. La obra de Yuskavage es abiertamente sexual, provocativa y perversa. No es de extrañar que se identifique a la artista como post-feminista y que haya entrado de manera escandalosa, a los circuitos del arte de los años 90. Esta mujer subvierte la historia de la mirada como la historia de la objetivación. Acotamos: objetivación del cuerpo femenino en la historia de la mirada masculina. Pero lo subversivo es que adopta la misma estrategia que combate, y una vez reproducida, burlescamente la fragiliza. Denuncia su precariedad y en un acto de indulgencia la vuelve bella.


Installation view of the exhibition multiplex

Bahrain 1