Ciudades como San Miguel de Allende y León, en Guanajuato; Cholula, en Puebla; y Maderas, en Querétaro, podrían convertirse en ciudades inteligentes. Así como Tequila, en Jalisco, que tiene gran potencial gracias a su atractivo como destino turístico y región con denominación de origen.

Para Pablo Colas, Presidente del Instituto Mexicano de Ciudades Inteligentes, Sustentables y Sostenibles (IMCISS), Tequila tiene el objetivo de consolidarse como inteligente hacia 2040, por lo que trabaja en planes que automaticen procesos gubernamentales que apoyen nuevos modelos de negocio, como cobros digitales o permisos a plataformas tipo Uber.

Comentó que esta ciudad y los proyectos de smart cities en el país se caracterizan por tres factores: El diseño de planes maestros, análisis de tecnologías que mejoren la calidad de vida de los habitantes y la captura de estadística sobre información urbana.

"Estamos tratando de firmar un convenio con el Senado de la República para involucrar el concepto en el país. Hay gente con conocimiento y relacionada con los estándares internacionales y poder dar información a todos los estados. Queremos formar un comité para que tomemos el asiento vacío de México en ciudades inteligentes ante la ONU", añadió.

Caroline Vérut, Presidenta de la asociación Sustentabilidad para México (SUMe), dijo que este tipo de proyectos representan una oportunidad para el sector de la construcción, ya que se atraen inversiones en materia de infraestructura.