Según datos de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, a la fecha, el puerto de San Miguel, en la isla de Cozumel, Quintana Roo concentra la mayor actividad crucerística de México, seguido por San Carlos, en Baja california Sur. En contraste, debido a la inseguridad Topolobampo (Sinaloa), Pichilingue (Baja California Sur) y Acapulco (Guerrero) vieron afectada su imagen y la llegada de turistas pro este medio.
De enero a noviembre del año pasado, se registraron 2,362 arribos y 6,975,000 cruceristas. Una derrama de 480 millones de dólares según el Banco de México (Banxico).
Al año, aproximadamente 160,000 mexicanos viajan en crucero por diferentes partes del mundo. Se espera que en 2019 se supere esta cifra, dado que las tarifas con cada vez más competitivas y el valor agregado de atracciones, amenidades y servicios se siguen innovando en cada barco.
Aunque no fue un mal año, el ritmo de crecimiento del sector mostró una desaceleración respecto al crecimiento de 13.3% en la llegada de turistas por esta vía.