Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- El sector empresarial lamentó que México esté estancado en materia de competitividad, al ubicarse en el lugar 60 de 134 naciones, de acuerdo con el Informe del Foro Económico Mundial. El presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), Claudio X. González Laporte, llamó a concretar cambios para "dejar de obedecer a mitos" y realizar acciones de futuro "que verdaderamente cambien al país y le quiten la mediocridad que estamos teniendo en estos momentos". El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Armando Paredes Arroyo, dijo a su vez que la evaluación del Foro Económico Mundial es "una llamada de atención" para México sobre la urgencia de mejorar en competitividad. "La evaluación nos pone en el lugar 60, no nos vemos bien. México da para mucho más", argumentó. Destacó que los presidente de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), Beatriz Paredes y Jesús Ortega, en ese orden, insistieron en la urgencia de una reforma educativa durante los encuentros con los empresarios. "El país ya no puede esperar más en materia de educación", señaló Paredes Arroyo al término de una reunión con la dirigencia del PRD. En su oportunidad, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Ricardo González Sada, aseguró que la posición de México en competitividad se debe a la falta de acuerdos en temas fundamentales entre los encargados de la definición y rumbo del país. El estancamiento del país en materia de competitividad pasa en gran medida por el funcionamiento del Estado. "Tiene que ver con el trabajo por parte de los representantes de los ciudadanos para definir las políticas del Estado", señaló. Por esa razón, advirtió que sería "muy desafortunado" el llamado no votar el próximo 5 de julio. Como ciudadanos, continuó, se debe exigir a los políticos cumplir sus ofrecimientos para generar riqueza y empleos. Los dirigente del sector privado coincidieron en que hay quienes promueven el voto en blanco para presionar a los partidos políticos, pero consideraron preferible que los ciudadanos comprometan a los políticos mediante el sufragio.