Por Notimex WASHINGTON.- El subsecretario mexicano de Hacienda, Alejandro Werner, expuso un panorama de estabilización de la economía mexicana y sostuvo que podría conducir a que exhiba señales de crecimiento en el segundo semestre del año. Al participar en un foro sobre las economías de América Latina en el Banco Mundial (BM), Werner señaló que algunos indicadores económicos empiezan a mostrar signos de estabilidad, como el empleo, la producción industrial, el consumo y el sector automotriz. "Para el segundo trimestre estamos esperando una tasa secuencial de crecimiento comparado con el primero. y quizás una estabilidad relativa en la actividad económica", dijo ante economistas y expertos reunidos en vísperas de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial. Werner, quien sustituyó en el panel al titular de la cartera, Agustín Carstens, quien acudió a una reunión oficial y llega por la noche a Washington, comentó en entrevista posterior que otros indicadores son la expansión del crédito a la banca de desarrollo. "El segundo semestre va a ser mejor que el primero y claramente esperamos que la economía empiece a exhibir señales de crecimiento en el segundo semestre", dijo Werner a Notimex. "Pero estamos viviendo en un periodo sin precedentes y los pronósticos son altamente inciertos", reconoció. México anticipó un decrecimiento de 2.8% en 2009, comparado con la proyección de un retroceso de 3.7% del Fondo Monetario Internacional (FMI). Werner descartó que el más pesimista vaticinio del FMI, incluido en su Panorama Económico Mundial (WEO) divulgado esta semana, afecte la llegada de capitales a México. "Los mercados tienen sus propios pronósticos y aún cuando han reflejado un contexto de crecimiento más pesimista, los mercados han venido recuperando cierto interés en los activos mexicanos", explicó el funcionario. "De ahí la caída de las tasas de interés en los bonos del gobierno de largo plazo, la recuperación de la bolsa de valores y un cierto incremento de los flujos financieros al país", indicó. En relación con la Línea de Crédito Flexible por 47 mil millones de dólares aprobada la semana pasada por el FMI, Werner mencionó que no ha habido un cambio de condiciones y sigue siendo visto como "un esquema prudencial, una línea contingente". "No ha cambiado esa visión de que no creemos que se vaya a usar pero sí de que manda una señal tranquilizadora a los mercados en esta época de gran volatilidad e incertidumbre", finalizó.