Norman Foster, reconocido como uno de los arquitectos más influyentes en la actualidad, habló en la COP26 de Glasgow en una sesión de preguntas y respuestas junto a John Kerry, enviado presidencial especial de los Estados Unidos para el Clima.
Durante este ‘Climate Breakfast’, ambos panelistas discutieron sobre las necesidades de las ciudades desde el punto de vista medioambiental, así como de éstas después de la pandemia.
Sobre los estándares de sostenibilidad LEED y BREEAM, el Norman Foster opinó que éstos, al centrarse únicamente en el bienestar del usuario ─pero no en el carbono incrustado en los diferentes materiales que conforman el edificio─, si bien deberían alentarse, tendrían que crearse nuevos en los que se tome en cuenta el carbono operativo.
Actualmente, las emisiones de carbono incorporadas representan la mitad de la huella de carbono de un edificio promedio; sin embargo, la realidad es que no existen certificaciones o regulaciones especializadas para medir y/o reducir este tipo de emisiones.
El mes pasado, el gobierno del Reino Unido lanzó la estrategia cero neto en la que se prioriza la descarbonización de la calefacción y la electricidad de los edificios, pero, sin dejar de establecer objetivos para reducir las emisiones de la cadena de suministro de la construcción.
Cabe destacar que, tras estos comentarios, Foster + Partners fue altamente criticada por el edificio de Bloomberg, en Londres, calificado en 2018 como “el edificio más sostenible del mundo” y obtuvo la calificación BREEAM más alta posible. La razón: Phineas Harper, director de Open City, explicó que en el análisis de sostenibilidad interno de la empresa, no fueron consideradas las emisiones incorporadas del revestimiento de piedra del edificio, las aletas de bronce de la fachada y los cimientos profundos de hormigón.
“Las ciudades podrían recuperarse mejor y más verdes tras la pandemia”
El también jefe del despacho líder de arquitectura Foster + Partners aprovechó para mencionar que “la superposición entre la pandemia y la crisis climática obligó al mundo a reevaluar el equilibrio entre lo global y lo local.
“El Covid-19, como cualquier crisis, magnifica y acelera las tendencias que ya estaban ahí”.
Según el arquitecto, la pandemia del nuevo Coronavirus abrió un nuevo panorama a las personas, quienes, tras atravesar los periodos más complicados de la crisis, “se dieron cuenta de la perspectiva de hacer que la ciudad del futuro sea más verde, más tranquila, más segura y equitativa”.
Finalmente, de acuerdo con la visión de Norman Foster, los arquitectos y urbanistas “tienen el poder de usar la previsión para diseñar las ciudades del mañana, hoy. El calentamiento global es una cuestión de diseño: tenemos la capacidad, tenemos el cerebro y la tecnología. En ese sentido, eres el arquitecto del cambio”.
El diálogo entre el arquitecto Norman Foster y el secretario John Kerry fue resultado de una colaboración entre el Departamento de Estado de Estados Unidos, la ciudad de Glasgow, la Norman Foster Foundation, la red de ciudades C40 y la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidad (UNECE).
Con información de Norman Foster Foundation, Archinect, Dezeen, Architects Journal.