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Cruzar el Támesis a través de un puente peatonal, convertido en un gigantesco parque público, debería ser un proyecto que entusiasmara a los londinenses. Sin embargo, la construcción del Garden Bridge ha estado cargada de polémica.

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Los desacuerdos derivan de su costo (175 millones de libras) y de su localización (en el centro, donde ya hay varios puentes). El nuevo alcalde de Londres, Sadiq Jhan, ha dado a regañadientes el visto bueno al comienzo de las obras pues dice que resulta más caro parar el proyecto que llevarlo adelante.

El Gobierno pondrá el 23% (60 millones de libras) del monto necesario para su construcción, el 77% provendrá de empresas privadas y filántropos. El retorno que el proyecto tendrá en las arcas públicas a través de impuestos y otros conceptos permitirá reducir su aportación a 18 millones de libras.

El puente está diseñado por Thomas Heatherwick y conectará la estación de metro de Temple con South Bank. Los grupos Bouygues y Cimolai se encargáran de la construcción. El jardín tendrá 270 árboles y 100 mil plantas especialmente elegidas para sobrevivir en el río.

Se estima que 7.1 millones de personas lo usarán al año, principalmente turistas. El parque verá la luz a finales de 2018 y tendrá un costo de mantenimiento anual de dos millones de libras.

El Garden Brigde guarda muchas semejanzas con el proyecto neoyorquino Pier 55, que también pretende construir un parque sobre el río Hudson en Manhattan.

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