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Alemania ha dado un paso decisivo hacia el futuro de la movilidad urbana inteligente con el lanzamiento de los primeros vehículos autónomos de Nivel 4 en operación llevando pasajeros.

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Se trata del proyecto Kira --acrónimo de Operación regular de servicios autónomos bajo demanda basada en IA–, una iniciativa pionera que busca transformar el transporte público mediante el uso de automóviles autónomos bajo demanda, especialmente en zonas suburbanas y rurales.

 

Kira es el primer proyecto en Alemania en tráfico real. Este nivel de automatización permite que el vehículo tome todas las decisiones de conducción dentro de un área predefinida, sin intervención humana, aunque en esta fase piloto aún viaja un conductor de seguridad a bordo.

 

El proyecto es liderado por Deutsche Bahn (DB) y la asociación de transporte Rhein-Main-Verkehrsverbund (RMV), y cuenta con la participación clave de Mobileye, empresa de tecnología especializada en conducción autónoma. Esta última aporta su sistema de navegación basado en mapas HD, sensores de alta precisión y su plataforma de inteligencia artificial.

Las reservaciones de los viajes se realizan a través de la app Kira, desarrollada con el software bajo demanda de ioki, filial tecnológica de DB.

Una solución para regiones menos conectadas

Más allá del despliegue tecnológico, Kira representa una apuesta estratégica para revitalizar la movilidad en zonas menos conectadas. “En el futuro, la conducción autónoma permitirá ofrecer transporte público en cualquier momento y lugar. Las regiones rurales, en particular, se beneficiarán de ello”, comentó Knut Ringat, director ejecutivo del RMV.

 

 

La flexibilidad de los vehículos autónomos, especialmente durante horas de baja demanda, promete reducir los costos operativos del transporte público y mejorar la cobertura en comunidades con poca densidad de población, un reto común en países con estructuras urbanas descentralizadas como Alemania.

 

Actualmente, la RMV ya opera servicios a demanda con conductor en diez zonas. La idea es que, en el mediano plazo, estos sean reemplazados o complementados por vehículos autónomos, ampliando su cobertura en horarios y regiones donde antes no era viable ofrecer transporte público tradicional.

Financiamiento y visión a futuro

La fase de prueba de Kira está prevista hasta finales de 2025, con una posible extensión. El proyecto cuenta con un financiamiento total de 2.2 millones de euros aportados por el Ministerio Federal de Transporte (BMV) y el Estado de Hesse. Entre sus socios de investigación destacan el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), el Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT) y la Asociación de Empresas de Transporte Alemanas (VDV).

 

Con Kira, Alemania se posiciona a la vanguardia de la movilidad del siglo XXI, integrando tecnologías autónomas e inteligencia artificial para diseñar soluciones de transporte urbano y suburbano más sostenibles, flexibles y accesibles. Un modelo que podría marcar el camino para otras ciudades europeas e incluso para regiones en América Latina con desafíos similares de conectividad y expansión urbana.