Conforme se avanza hacia una ‘nueva normalidad’ las ciudades en Latinoamérica podrían enfrentarse a desafíos de planificación que no necesariamente impliquen el desarrollo de grandes proyectos en infraestructura.
A casi dos siglos de que la tuberculosis obligara a las autoridades y arquitectos del mundo a aplicar nuevas normas para la construcción y la planificación, en la actualidad las ciudades podrían experimentar un nuevo cambio derivado de la experiencia y la necesidad que deja el confinamiento por la pandemia de Covid-19.
Bajo los efectos de ésta y la irrupción tecnológica, pero sobre todo porque el aislamiento físico es considerado como el mejor mecanismo para evitar el contagio y propagación del virus, expertos informaron que desde la Revolución Industrial se implantaron normas para controlar enfermedades infecciosas; desde el tamaño de las viviendas, la entrada de ventilación y la luz del sol.
Fernando Carrión, docente investigador de la Facultad Latinoamericana en Ciencias Sociales (Flacso), sostuvo que sin duda se advierten cambios dentro del diseño arquitectónico como en el diseño y planificación urbana, pues ahora deberá de pensarse en viviendas con posibles balcones, por ejemplo, como lugar de interacción social en el espacio público. Asimismo, explicó, ya no será factible tener ciudades con alto índice de densidad, los grandes rascacielos “ya no se justifican”.
Por otro lado, John Dunn Insua, de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), expuso que incluso existirá un reacomodo dentro de los hogares, pues ahora éstos deberán considerar espacios para el teletrabajo y la escuela a distancia.
A esto, habrá que incluir el tema del transporte y la cercanía con los lugares de trabajo, dado que la tendencia podría apuntar a que la gente vuelva a depender más de un automóvil particular y no del transporte público. Asimismo, entre las primeras iniciativas dadas a conocer están el habilitar más vías para peatones y ciclistas, señalética de distanciamiento en el piso, reducción de aforos y mamparas en algunos supermercados.
/Con información de El Comercio./