La inversión es el principal ‘talón de aquiles’ para el crecimiento de la economía en su conjunto y en particular para la industria de la construcción que experimenta una prolongada caída en los niveles de gasto de las empresas en el sector. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inversión fija bruta en construcción se contrajo -4.6% en junio comparada con el mismo mes del año pasado.
A tasa anual, la contracción durante la primera mitad del año es más elevada que en el periodo comparable al inicio de los dos sexenios previos (-2.2% en 2013, 4.0% en 2007, y -7.6% en 2001).
Este reporte determinó que a lo largo del primer semestre de 2019 la inversión en el sector se contrajo -2.7% respecto a igual periodo de 2018. En particular, durante el segundo trimestre se contrajo a un ritmo anual de -5.9%, en tanto en el primer trimestre lo hizo a ritmo del -1.5 por ciento.
Además del entorno de incertidumbre por factores internos y externos que afectan la toma de decisiones de la iniciativa privada, la continuidad en la contracción del gasto de inversión se reflejan en la fuerte caída de la inversión residencial y no residencial.
La inversión residencial se contrajo -6.1% anual en junio y -2% en todo el primer semestre a tasa anual; la no residencial cayó -3.1% en junio y -3.4% en todo el semestre. Analistas de Banorte señalaron que “la inversión pública acumulada al mes de julio de acuerdo con el reporte de finanzas públicas no sugiere una fuerte aceleración del gasto hasta el momento, manteniéndose en terreno negativo a tasa anual, aunque a un menor ritmo”.