En México, el 75% de la población vive en ciudades. Sin embargo, en la CDMX se presenta un fenómeno de exclusión de habitantes que obedece a la dificultad y lentitud para gestionar permisos y licencias para la construcción, así como a una complejidad de la norma en materia de obtención de permisos, lo que promueve una especulación en la tierra e incrementa sus costos.