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Según el director de Asuntos Fiscales del FMI, la política presupuestal de México se mantuvo sin cambio respecto a 2020, con un modesto apoyo fiscal para mitigar el impacto de la pandemia.

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Al cierre de 2020, la deuda del Gobierno Federal prácticamente abarcó 60.6% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que implica un aumento de siete puntos del Producto en 12 meses, debido a la depreciación cambiaria en la deuda y la caída en la actividad económica por la crisis del Covid-19.

Lo anterior, fue dado a conocer por expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Según lo dio a conocer El Economista, la medición incluye las obligaciones de todas las instituciones  que incluyen a Petróleos Mexicanos (Pemex) la Comisión Federal de Electricidad (CFE), fondos de seguridad social y deuda federal, estatal y local.

Según el FMI, dados a conocer en su reporte semestral sobre la situación de finanzas públicas, el Monitor Fiscal, la deuda general del gobierno de México tendrá una suave moderación en el indicador en 2021 y 2022, que llevará a promediar el equivalente a 60.5% del PIB.

Este porcentaje podría incrementarse a 60.7% a partir de 2023  y hasta 2025 para llegar a 60.8% del PIB en 2026.

Según el director de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar, quien dio a conocer la información, la política presupuestal de México se mantuvo sin cambio respecto a 2020, con un modesto apoyo fiscal para mitigar el impacto de la pandemia en las familias y pequeñas empresas.

El FMI estimó en contraparte, que los ingresos del gobierno de México se ubicarán en 23.3% del PIB al finalizar 2021, desde el 24.6% que logró en 2020, debido a la política de eliminar los privilegios fiscales.

Los expertos del FMI anticipan que continuará moderándose este flujo de recursos, hasta llegar a 22.9% del PIB si no se presenta una fuente de ingresos.

Gaspar, dijo en su exposición que los recursos públicos destinados a vacunas, “pueden verse como una inversión productiva, pues permitirán acelerar la recuperación económica”.

El Fondo destacó el caso de Estados Unidos, cuyas obligaciones públicas llegarán a 132% del Producto y Japón, cuyas obligaciones alcanzarán 256.5% del PIB.

Fuente: El Economista.