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La implementación formará parte de su estrategia de adopción tecnológica, para lo cual firmó un convenio con el CAF.

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La Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el CAF Banco de Desarrollo de América Latina firmaron un convenio de cooperación técnica para desarrollar la estrategia de adopción tecnológica y de proyectos demostrativos de sistemas de almacenamiento de energía de la empresa estatal mexicana.

La cooperación técnica se suma a la línea de crédito por 200 mil millones de dólares otorgados por el banco a la CFE, en enero pasado, con la intención de atender las necesidades a corto y mediano plaza de empresas de Latinoamérica.

 

Los sistemas de almacenamiento de energía en redes eléctricas son una opción tecnológica eficaz y efectiva desde el punto de vista operativo y de tiempos de implementación.

 

CFE indicó que los sistemas de almacenamiento de energía son una opción tecnológica cada vez más utilizada para balancear los cambios entre oferta y demanda de energía, y también para dotar de mayor flexibilidad, confiabilidad y estabilidad a los sistemas eléctricos.     

“El Sistema Eléctrico Mexicano (SEN), como el de otros países, presenta una alta vulnerabilidad ante los cambios operativos en el balance oferta–demanda; la variabilidad de los patrones de consumo de la demanda por factores económicos y sociales; las condiciones de variabilidad de la oferta de generación térmica y de Renovables No Convencionales, y restricciones en las redes de transmisión y distribución”, señaló la CFE.

Así, en el Sistema Eléctrico Mexicano se observó la necesidad y oportunidad de implementar sistemas de almacenamiento de energía en algunas zonas donde existen restricciones operativas desde el punto de vista de generación o de transmisión.

 

 

La labor de los sistemas de almacenamiento de energía consiste en acumular electricidad y ponerla a disposición cuando más se necesita, actuando como una balanza entre la oferta y la demanda, y ayudando a estabilizar la demanda, explicó el CAF.

Un análisis del SEN en regiones específicas permitirá “modelar distintos escenarios que ayuden a determinar la viabilidad financiera de las soluciones y las alternativas tecnológicas de almacenamiento de energía más adecuadas”, dijo.